REAL MADRID | FABIO CANNAVARO
“Con Vinicius solo puedes rezar”
‘Il Capitano’ que levantó el Mundial y el Balón de Oro de 2006 atiende a AS en Nápoles para valorar a su Real Madrid, las semifinales con el Manchester City y el flamante Scudetto de su Nápoles.
Sólo tres defensas han levantado un Balón de Oro y uno de ellos, Fabio Cannavaro, lo alzó como jugador del Madrid. A sus 49 años, Il Capitano se sienta con AS (dentro del especial de AStv sobre el Scudetto del Nápoles, cuyo reportaje principal puedes ver aquí) en su ciudad natal, desde donde ha festejado el triunfo partenopeo en la Serie A, para analizar la eliminatoria entre los blancos y el City.
Ya vuelve a estar el Real Madrid a un solo paso de una final de la Copa de Europa.
Sí, así es. Otro año más. Fue un gran partido, bien jugado por los dos equipos y con un marcador final muy igualado. El resultado deja todo abierto para el Etihad.
Resultado abierto, es cierto, pero más positivo, en principio, para el City. ¿Ha pasado a ser el equipo de Guardiola el favorito para estar en la final de Estambul?
Fíjese que yo no lo veo así. Conociendo al Real Madrid como lo conozco, y como lo conocéis perfectamente allí en España, estoy convencido de que va a ir a Mánchester a ganar, utilizando siempre sus armas.
¿Entonces?
Por el tipo de fútbol que practican con Ancelotti, esas armas a las que me refería convierten al Real Madrid, aun jugando fuera de casa, en favorito para la vuelta. Ojalá puedan conseguir la clasificación para una final de Champions más.
¿Se esperaba hace unas semanas, cuando el equipo se descolgó definitivamente de la pelea por la Liga en favor del Barça, que sería capaz de eliminar nuevamente al Liverpool y al Chelsea y competir con el Manchester City?
Mmm... No, no me lo esperaba. Pero es que estamos hablando del Real Madrid. Como dice, está claro que esta temporada en la Liga las cosas no le han salido bien. Apostaron todo a concentrarse en la Liga de Campeones. Y no nos engañemos, al final la Champions es siempre más importante que la Liga.
No tiene que ser nada fácil concentrarse en la Champions y que siempre salga bien.
Pero es que tienen un entrenador que, calladito calladito, siempre acaba llegando a algún lado. Carlo [Ancelotti] es un fenómeno en este aspecto y, por ello, al final siempre el Real Madrid acaba metiendo el miedo a sus rivales en semifinales.
¿Este Manchester City, que especialmente este año está imparable, le tiene miedo al Real Madrid?
El Manchester City, el Bayern si les hubiera eliminado… Al Real Madrid le da igual el rival que tenga delante. Claro, el Manchester City es un equipazo, eso seguro, con uno de los mejores entrenadores que hay en el mundo… Pero cuando se habla de la Champions League se habla del Real Madrid.
Lo ocurrido en los últimos minutos del partido de vuelta de la temporada pasada, ¿puede tener su importancia el próximo miércoles? ¿Le puede afectar psicológicamente al City?
Ojalá (ríe durante varios segundos), porque quiero estar allí en Estambul viendo al Real Madrid en la final. Esperemos que sí les afecte, porque tener delante al Madrid para clasificarte para una final es diferente al resto. Lo importante es que el Madrid consiga lo mismo que el año pasado, que tenga confianza hasta el último segundo.
Si se clasifica para la final le va a esperar un equipo italiano, seguramente el Inter. ¿Será un arma de doble filo lo favorito que sería el Real Madrid en Estambul?
No es fácil jugar contra los equipos italianos, esto es algo que se sabe en el fútbol. Pero en estos momentos los jugadores del Real Madrid tienen más de todo: más calidad, más experiencia... y en una semifinal o una final de Champions estas dos cualidades son muy importantes.
Usted es experto en la materia. ¿Qué le está pareciendo la defensa blanca? Rüdiger viene de secar a Haaland y, pese a sus recientes fallos contra la Real Sociedad y el Girona, muchos consideran ya a Militao como el mejor defensa del mundo.
Esto es algo que ha pasado en el Real Madrid de toda la vida. Siempre que el equipo gana, si además gana jugando bien, se dice del que destaca que es el defensa central más fuerte del mundo. Militao lo está haciendo muy bien, pero hay una cosa que yo siempre digo.
Cuéntenos.
Se ha visto con Rüdiger el martes. Cuando un equipo está defendiendo bien no es sólo por una actuación individual. Significa que es un equipo que está bien trabajado y el Real Madrid de Ancelotti lo está defensivamente. Cuando se consigue esto, las individualidades acaban saliendo. Pero sí, Militao me gusta. Me gusta por la tranquilidad que tiene el chaval, juega con mucha confianza, sabe intervenir con fuerza y es muy poderoso tanto en los espacios reducidos como a campo abierto. Sí, me está gustando mucho esta temporada. No pudo jugar el martes, pero va a estar preparado para la vuelta.
Es uno de los pocos Balones de Oro que lo ha conseguido siendo defensa. Es una voz más que autorizada. ¿Tiene la fórmula para saber cómo se le puede parar a Vinicius?
A Vinicius no se le para. Con Vinicius, cuando tienes a esa velocidad de frente, sólo te queda rezar (ríe). La única manera de pararle es tener ayudas de algún compañero, porque si no, cuando te encara mano a mano, es increíble su manera de regatear e irse.
El debate sobre si ya es el mejor futbolista del planeta está ya en el mundo del fútbol. ¿Usted qué cree?
No sé todavía si ha llegado al nivel del considerarle el mejor del mundo. Lo que es evidente es que ha mejorado mucho. Y en esta progresión espectacular que ha tenido en los últimos tiempos hay una persona que ha marcado la diferencia con el brasileño.
¿A quién se refiere?
Ancelotti. El entrenador es el que le ha dado la calma con la que se le está viendo jugar ahora. Le ha dado la tranquilidad para que pruebe cosas, la confianza de que pueda sentirse seguro y diga: ‘Soy un jugador fuerte de este equipo, capaz de hacer lo que quiera sobre el terreno de juego para ir a ganar todos los partidos’.
A usted que valora tanto la figura de Ancelotti, ¿le sorprendió que hasta el 0-4 de la Copa contra el Barcelona hubiera en Madrid rumores que cuestionaban la continuidad del italiano teniendo contrato?
Es parecido a lo que le comentaba antes con Militao. Esto en el Real Madrid y en el fútbol siempre es así. En Italia también pasa. Piensa que después de su experiencia en el Nápoles (entrenó allí desde mayo del 2018 a diciembre de 2019), Ancelotti era el peor entrenador del mundo y ahora está triunfando en el Real Madrid. Es el fútbol. A veces las cosas te pueden salir bien, otras veces te salen mal. Pero yo creo que Ancelotti tiene un aspecto muy positivo y es que siempre hace las cosas sencillas. Él no necesita hacer publicidad de todas las cosas que hace en un banquillo, pero todo lo que hace lo hace con un enorme corazón. Esto es lo bueno de Carlo.
El banquillo que ahora ocupa Ancelotti parece estar reservado en algún momento del futuro a medio o largo plazo para su viejo amigo y compañero Raúl, con quien usted compartió sus 118 partidos en el Real Madrid. ¿Le ve ya preparado para dar el salto?
El siguiente paso en la historia de Rulo en su carrera deportiva seguro que es ir a un primer equipo después de esta experiencia en el Castilla. Si es que él quiere, porque en verdad no lo sé. Al final hay muchos entrenadores que prefieren trabajar con los jóvenes porque dicen que así están más tranquilos.
No nos ha contestado.
Claro, lo veo. Cuando uno ya es entrenador como Rulo su objetivo es acabar siendo entrenador del Real Madrid.
Pero imagino que no sólo será una ilusión de su amigo Raúl. Usted también ha comenzado su carrera como entrenador. Siendo futbolista cumplió todos sus sueños: debutar con el Nápoles, ganar todos los títulos, levantar el Mundial como capitán de Italia y hasta el Balón de Oro. ¿Tiene el sueño de dirigir al Real Madrid como entrenador?
Uno siempre aspira a entrenar a los grandes equipos. Como jugador tuve la enorme fortuna de jugar en muchos de los mejores equipos del mundo. Claro, el Real Madrid es uno de los mejores. Estoy trabajando para ello y sé que no es fácil. La vida de un entrenador muchas veces depende de los futbolistas y no solo del técnico. Así que vamos a ver, vamos a ver… (ríe).
¿El banquillo del Nápoles es otra ilusión que tiene?
No es fácil. Yo he tenido la suerte de empezar a entrenar en Asia. Para mucha gente parece que Asia no es fútbol, pero la experiencia que he adquirido me ha servido mucho. Como entrenador quiero mejorar y poder entrenar a equipos de primer nivel. Y el Nápoles es uno de ellos. Es un orgullo pensar que puedo dirigirles algún día.
¿Cuánto ha disfrutado con el tercer Scudetto del gran equipo de su infancia?
Siempre he sido aficionado del Nápoles, es algo que nunca se puede olvidar. Este club ha sufrido mucho: descendió, desapareció y poco a poco se ha convertido en un equipo muy sólido. La gente va a disfrutar mucho esta Liga. Ha sido increíble el fútbol que han jugado, un juego muy moderno, de un equipo mágico. Gracias al gran trabajo de Spaletti los jugadores y la afición han podido disfrutar mucho.
¿Cómo definiría su vínculo con la ciudad y el Nápoles?
Primero fui aficionado, luego recogepelotas, entré en la cantera y siendo juvenil llegué a entrenar con Maradona. Tuve la enorme suerte de llegar al primer equipo y la mala suerte de hacerlo en un momento muy difícil donde me tuvieron que vender para evitar que el club desapareciera. Fue un golpe muy duro para mí.
¿Qué recuerda de Maradona?
Fueron siete años increíbles. Verle en directo durante siete años en San Paolo cada domingo fue un lujo. Y, después, ejercitarme con él. Entre semana jugábamos un partidillo entre el primer equipo y los juveniles. En uno de ellos una vez le hice una entrada un poco dura y el entrenador me dijo: “Fabio, vete despacio”. Y Diego me dijo: “No, no te preocupes, juega normal”. Esas son cosas que no se van a olvidar. Es normal que los napolitanos digan que Maradona es el mejor del mundo. No sé si política, pero era algo más que deporte. Por primera vez una ciudad del sur ganaba al norte. Y eso le convierte a él en un poquito más completo que el resto.
Vamos, que no se mueve de Nápoles.
Me fui muy pronto de Nápoles, pero siempre he tenido mi casa aquí. Ahora vivo aquí, mis padres siguen viviendo en la casa donde nací yo y mis hijos viven aquí. Ellos pueden dar la vuelta al mundo si quieren, pero siempre tienen que tener una base. Esta base se llama casa y en Nápoles yo me encuentro en casa. A diferencia de Milán, Roma o Turín, aquí solo hay un equipo. Un napolitano nace y ya le ponen la camiseta del Nápoles, es algo que se siente muy dentro.