Brahim se hace sitio
Segunda titularidad de la temporada, segundo gol. Ante el Braga, el malagueño desatascó, brilló y se ganó el abrazo de Ancelotti. También verbal: “Merece más minutos”.
Sin Bellingham, Brahim. Y no le quemó al malagueño la luz de los focos. La luxación de Jude abría una rendija contra el Braga y el 21 se coló sin remisión por la puerta. Titular, segunda ocasión de la temporada. Y como el día de Las Palmas, donde era él quien tenía el hombro luxado, segundo gol (uno cada 96 minutos). Desatascador en ambas ocasiones, marcando el primero de la noche. Brahim brilló en su primera gran noche en Champions con el Real Madrid. Una actuación que terminó en un abrazo sincero, de reconocimiento al trabajo bien hecho, con Ancelotti. También verbal: “Ha estado muy bien: ha marcado un gol, otro que fue anulado, hizo un trabajo defensivo óptimo... ¿Qué más decir de Brahim? Nada, merece jugar más...”.
Resumen conciso de Carletto para un encuentro en constante estado de reivindicación. Todo comenzó con un tanto enjaulado tras una falta previa de Vinicius. La celebración se quedó a medias, cuando vio al colegiado por el retrovisor negar el gol. Pero no tardó en resarcirse y completar el festejo. Un eslalon estupendo de Rodrygo encontró a Brahim en zona de killer y chutó al cielo de la red. Eufórico con otro 1-0 en su haber en el partido donde más minutos ha disputado de la temporada (74′, por los 57′ de Las Palmas). Un encuentro que tuvo mucho más que el tino de cara a puerta.
Brahim estuvo muy activo, irreverente, participativo y acertado. Solamente Kroos (96) y Camavinga (73) superaron las 65 intervenciones del 21 contra el Braga. Por contextualizar, Vinicius y Rodrygo, sus socios en ataque, se quedaron en 54 y 41 respectivamente. En el último tercio completó tanto pases, 17, como Vini y tres más que el de Osasco (14). Mientras que en el desborde también saca pecho en la comparativa: tres regates completados y nueve intentados de Brahim, por los tres y seis, en conjunto, de la pareja brasileña.
El contexto es diferente, pero Brahim finalizó y cocinó, en una demarcación, la de mediapunta, que se sabe de memoria. Ahí se convirtió en una de las estrellas del renacimiento del Milan (Scudetto y semifinal de Champions) con el 10 a la espalda. Y ahí es donde Ancelotti le encuentra mayor encaje. ¿El problema? El propio Carletto lo expuso tras darle otro cariño público: “Sí, puede que haya sido injusto con él estos meses. No pasa nada por decirlo. Como excusa... en su posición estaba Bellingham”. Jude volverá, pero Brahim, más allá de la punta del vértice, tiene más llaves hacia los minutos. Sin cambiar el rombo, el rol de delantero derecho que en los días grandes es propiedad de Rodrygo. Ahí le probó Ancelotti en verano en varios entrenamientos que AS presenció in situ en Estados Unidos, en los que, por cierto, mostró una gran conexión con Bellingham. Y también en el primer amistoso ante el Milan, como titular.
¿Las otras opciones? El paso al 4-3-3, donde tiene acople a ambas bandas. La natural, la derecha, para buscar su pierna zurda en el golpeo. Pero también en el carril de Vinicius, como bien hizo en su primera etapa en el Madrid con Zidane en el banquillo. De hecho, desde ese flanco llegó su primer gol como madridista (a la Real Sociedad, en una gran jugada personal). En su carrera profesional suma 44 partidos como extremo derecho, 28 en la izquierda y el grueso (118) como centrocampista ofensivo o puramente enganche, su posición fetiche. Ancelotti tiene alternativas, más allá de esperar al reposo de Bellingham, para impartir justicia con Brahim.
Sintonía total con Ancelotti
El protagonista también tomó la palabra y, por si hubiera alguna duda, quiso dejar claro que la sintonía con su entrenador es total. “El míster siempre está ahí y me da confianza, aunque no lo veáis”, arrancó en zona mixta. Porque su relación tanto con el de Reggiolo como con el resto del cuerpo técnico es estupenda y siente que tiene su confianza plena. “Ha sido un gran día para mí y para todos. Quiero jugar más y aportar al equipo en lo que pueda ayudar. Los compañeros lo hacen todo más fácil”, añadió, sintetizando. Se entendió con Vinicius y Rodrygo, se buscaron y se encontraron y, con o sin Bellingham, multiplicó los argumentos de todo aquel que considera, como Ancelotti, que su minutaje (192′, sólo Güler y Ceballos aglutinan menos) está muy por debajo de su rendimiento. Y colocando la estadística en promedio por partido, se dispara. Y es que Brahim es líder en regates completados por 90 minutos (3,7 por los 3,1 de Vinicius), segundo en duelos ganados (7,8 tras los 9,4 de Camavinga), cuarto en ocasiones creadas (2,8)...
El jugador, lejos de bajar los brazos en este inicio de carestía, entiende la complejidad del reto que tiene por delante. Su sueño es triunfar vestido de blanco, de ahí que renovase su contrato antes de sellar su regreso del Milan tras los tres exitosos años a préstamo, y no ha cambiado ni un ápice. La premisa es exprimir cada oportunidad que aparezca, como ha hecho hasta ahora, y ‘comprar’ regularidad con rendimiento. Su encaje en el vestuario ha sido excelente. Con su ‘rival’ Bellingham y con el resto. Vinicius, Alaba, Rüdiger, Valverde, Joselu, Fran García, Lucas, Courtois o el citado Bellingham le felicitaron en redes por su excelente noche frente al Braga. Brahim, pulgada a pulgada, se abre hueco en el Real Madrid.
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