“Bellingham es un líder. Parece como si tuviera tres hijos”
Süle ilustra el crecimiento de un futbolista de sólo 19 años que mejoró desde la rebeldía. Amigo de Haaland, le disputa el lugar de jugador más deseado en Europa.
“Bellingham”. Ésta es, junto con “Sampaoli” y “puestos de descenso”, la expresión que más veces se ha escuchado en la expedición del Sevilla y su entorno durante las horas de viaje en Dortmund, donde el equipo nervionense juega este martes un partido de Champions. No hace ni una semana desde que el Ramón Sánchez-Pizjuán sufrió en sus carnes la tremenda calidad y despliegue físico de este centrocampista inglés de 19 años por el que ya maquinan estrategias para su fichaje todos los grandes de Europa, casi sin excepción.
Bellingham, conducción perfecta, dominio del pase, visión de juego y gran disparo (cada vez mejor: este año suma ya 4 goles, tres de ellos en Champions), llevó el brazalete de capitán sobre el césped de Nervión, despidió a Lopetegui con un tanto semimaradoniano y acabó con el trofeo de MVP del encuentro en sus manos. “Nunca había visto a un chico de 19 años sobre el que sientes que podría tener a tres hijos en su casa. Jude lidera, es muy bueno con esa edad”, describe gráficamente uno de sus compañeros, el central alemán Niklas Süle.
Hijo de un Policía que como delantero amateur se hartó de meter goles en los campos embarrados del condado inglés de Midlands, Jude Victor William (Stourbridge, Inglaterra, 2003) ha sufrido los rigores y el peligro de su magnífico talento para al fútbol. A los 14 años ya jugaba en el equipo Sub-18 del Birmingham City, club cuyas categorías inferiores ingresó cuando aún era un benjamín. A los 15 había debutado en el Sub-23. Y recién cumplidos los 16 se convirtió en el más joven que ha debutado con el primer equipo de los Blues, primero como extremo izquierdo y pronto, cuando el técnico español Pep Clotet detectó sus capacidades, en el centro del campo. Un puesto en el que no ha parado de evolucionar, gracias en parte a un tremendo carácter que a menudo le ha jugado malas pasadas.
Porque, en realidad, el camino hacia esta precocísima madurez anda trufado de episodios de rebeldía. Traspasado al Borussia Dortmund en 2020 a cambio de 30 millones de euros más variables, Bellingham ha tenido más de uno y de dos encontronazos con rivales y también, incluso, con algunos compañeros. “No eres capaz de dar un maldito pase, ¡eres una mierda!”, le gritó a Nico Schultz durante un duelo de Europa League en Glasgow. Poco después también se las tenía con el ahora jugador del Atlético Axel Witsel. El belga, 14 años mayor, le intentaba dar un consejo sobre el césped cuando Jude agitó la mano en señal de desprecio. Días más tarde de aquellos dos episodios, Sport1 reveló que los veteranos del vestuario borusser habían pedido más respeto al joven jugador inglés.
En vez de esconderle, el técnico Edin Terzic ha decidido darle al inglés más galones que aceleren su madurez. “Es importante que mantenga sus emociones bajo control. Y no me refiero a que se queje del árbitro, sino a que empiece a hacer su propio juego. Necesita un poco más de equilibrio, pero ya ha dado un gran paso adelante”. A Bellingham falta tal vez el salto definitivo a uno de los grandes aspirantes al trono europeo, como acaba de hacer su gran amigo Erling Haaland con su marcha, hasta ahora exitosa, al Manchester City. De momento, con apenas 19 años y (aún) sin ningún hijo, comienza a asentarse en su camino hacia la cima.