Bajón tras el parón
El Real Madrid ha perdido brío en ataque después de los partidos de selecciones: remata más, pero marca menos. Necesita el triple de ocasiones para hacer gol.
El virus FIFA ha dejado al Madrid desorientado. El equipo que marchaba en Liga y Champions con paso firme ha dado pasado a otro que se ha complicado la existencia y juega con fuego partido tras partidos. El diagnóstico se resume en una dolencia: el Madrid ha vuelto del parón de selecciones con mucha menos puntería de la que se fue. Los blancos lo intentan más (los remates han crecido un 40%), pero marcan la mitad. Es decir, necesita el triple de intentos para conseguir un gol. Eso se ha traducido en una evidente dificultad para sacar los partidos adelante. El vigente campeón de Liga y Europa se fue con un pleno de victorias (nueve de nueve); en los últimos cuatro partidos, ha cosechado un empate y ha ganado los otros dos por la mínima. Seis de los anteriores nueve partidos los había ganado por dos o más goles de diferencia.
Los jugadores de Ancelotti han adolecido de falta de puntería en los últimos partidos. Hasta el parón necesitaban 6,3 remates para materializar un gol; ahora necesitan 18,8. El Madrid ha pasado de promediar 17 remates por partido a intentar 23,5, pero su rendimiento goleador ha caído de 2,67 dianas por encuentro a 1,25. La precisión en el disparo (el número de remates que van a puerta respecto al total de remates no rechazados por un defensa rival) ha pasado del 54,1% al 37%. Y la tasa de conversión (que se calcula dividiendo los goles entres los intentos totales) ha caído del 15,8% al 5,3%.
El Madrid no está aprovechando la mayor posesión que está teniendo: ha aumentado su control del esférico del 57,8% al 61,8%. De hecho, en los cuatro últimos partidos ha superado siempre la media de posesión de los nueve primeros (aunque el partido con mayor posesión de la temporada fue contra el Mallorca: 68,1%).
En estos últimos cuatro partidos sólo ha conseguido repetir como goleador Vinicius, que marcó a Osasuna y al Shakhtar en el Bernabéu. Rodrygo también marcó a los ucranianos y, ante la sequía del resto de hombres de ataque, dos centrales han aparecido al rescate en los dos últimos encuentros: Militao contra el Getafe y Rüdiger en Varsovia.