Asensio capta el mensaje
Tras el calentón ante el Mallorca, el balear pasó ante el Leipzig de los pitos a un zurdazo redentor. Ancelotti le tenía preparada la jugada de su gran gol...
EI Bernabéu es granítico en sus juicios pero justo con los que captan sus mensajes y entienden sus códigos. A Marco Asensio le viene mirando con lupa todo el verano. Su calentón por no jugar contra el Mallorca le puso en la boca del volcán de Chamartín y finalmente una muestra de humildad y un golazo al Leipzig le redimieron de hundirse en una lava de silbidos de la que no supieron salir otros. Por ejemplo, Gareth Bale.
Asensio tiene una zurda privilegiada y también la suficiente claridad mental para reconocer cómo iniciar su reconciliación con el madridismo. Carletto se lo puso en bandeja. Tras la polémica, la oportunidad. Un ‘ahí lo tienes’ en toda regla. “Ancelotti es el número uno en este tipo de mensajes y en cómo hacer que lleguen al vestuario”, analizaba Álvaro Benito en Movistar+. El balear sólo había jugado 17 minutos antes del Leipzig, pero salió con el mono de trabajo ya arremangado. De primeras se fajó en un par de acciones defensivas para pedir disculpas con sudor por el desplante del domingo. Una vía directa para tocarle la fibra al Bernabéu, al que le puedes negociar prácticamente todo menos el esfuerzo.
Una manera, también, de encauzar ese recibimiento beligerante de su afición. Tan sonora fue la pitada que Valverde, Nacho y hasta Rüdiger mandaron gestos a la grada pidiendo un poco de clemencia.
Pero Asensio no podía refugiarse más que en su fútbol y lo entendió terminando de mostrar su voluntad de querer el perdón con su golazo, el 2-0 que además hacía respirar a su gente tras un partido incómodo. Ni rastro de altivez, ni de intentar pasar alguna factura. Es más, respondió a los aplausos con más aplausos.
“Marco necesitaba ese gol... En verano dudó pero, ahora, todos contentos”
El alivio se lo proporcionó también Ancelotti, con esa jugada de estrategia que desembocó en el zurdazo del 11 blanco. Una acción preparada desde la pizarra y desde el perfil izquierdo para la zurda de Asensio. El propio técnico transalpino lo celebró con sus asistentes, en reconocimiento a ese trabajo en la sombra. Si los rivales no colocan personal en la frontal del área en una falta lateral, la orden es castigarles con la zurda exquisita de Asensio. Asensio le puede agradecer a su tocayo y entrenador del Leipzig, Marco Rose, el despoblar la zona. Kroos cumplió, puso la pelota donde estaba estudiado y el talento de Calvià hizo el resto. “Marco necesitaba ese gol”, admitió después Ancelotti. “En verano dudó si salir o no, pero se ha quedado y todos contentos”. Otro soldado recuperado para la causa.