Aprobados y suspensos del Real Madrid contra el Dortmund

Courtois: la primera parte parecía plácida para él hasta que el Dortmund golpeó dos veces en tres minutos. Poco pudo hacer en ambos tantos, tanto en el de Malen como en el de Bynoe-Gittens estaba vendido. Luego le sacó un tiro lejano a Brandt y otro más cercano a Guirassy que despejó con alguna duda. Se contagió del mal momento del equipo, pero sin fallos. La segunda parte fue más tranquila para él y el trabajo que tuvo, lo sacó bien. Especialmente, un remate a bocajarro dentro del área antes de que Lucas culminase la remontada.

Lucas Vázquez: salió en la foto de los dos primeros goles del Dortmund en la primera parte. En el primero, pudo despejar, pero se le hizo de noche. Y en el segundo replegó con relajación y cuando quiso acelerar, Bynoe-Gittens le pasó por el lado como un avión. En ataque intentó combinar con Rodrygo y sacó buenas oportunidades para centrar, pero sin acierto. Con el Madrid volcado en ataque, se le vio mucho más arriba y terminó enmendando sus errores del primer tiempo marcando el 3-2, con un zapatazo sin ángulo lleno de fe.

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Militao: no tuvo gran culpa en ninguno de los dos goles del Dortmund en la primera parte, pues en ambos andaba marcando a otros jugadores. Pero el ritmo de transición rápida de los alemanes le hizo daño, como a Rüdiger y a todo el equipo. Con balón, haciéndose el lío en momentos en que no tocaba. Y sin precisión al tocar en largo. En el cuerpo a cuerpo, sufrió mucho con Guirassy y Malen. Suya fue la primera ocasión blanca en la segunda parte, un tiro despejado por Kobel. Con el paso de los minutos, mejoró mucho su marca a los atacantes alemanes.

Rüdiger: pudo encimar mejor a Guirassy en la acción del 0-1, aunque sin duda nadie esperaba que sacase ese pase para Malen. Como Militao, sufrió cuando el Dortmund pudo correr, una vez se le acabó la gasolina al Madrid para presionar arriba. Le puso un buen balón a Rodrygo que por poco no es el 1-2; el brasileño la mandó al larguero. Pero fue él quien encendió la chispa de la esperanza con un cabezazo a la red tras gran pase de Mbappé. Entró como un cohete, imparable.

Mendy: con balón, lo de siempre: muy poco. Y arriesgando en zonas donde puede costar caro. En el 0-1, junto a Rüdiger, pudo presionar más de cerca a Guirassy. Y en el 0-2 no tapó el centro de Malen con toda la convicción debida. Mal día para el francés, cuando no es una roca atrás, su presencia pierde mucha justificación. En la segunda parte espabiló en ataque y empezó poniendo un buen centro que casi acaba en gol de Lucas, parado por Kobel.

Modric: tras sus buenos minutos en Vigo, Ancelotti le dio la titularidad para que llevase la batuta, pero no cuajó del todo. Le costó encontrar a los de arriba, que tampoco hicieron mucho por ser encontrados. Y en defensa, con el paso de los minutos, le pesan algo los años, se nota que el ritmo alto le hace daño. En la segunda parte, con el Madrid en ebullición tras el 1-2 de Rüdiger, apareció con bastante más soltura en la frontal. Se fue en el 71′ para que entrase Camavinga.

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Valverde: poco del uruguayo, bien en la presión en el medio, pero poco acompañado en esa tarea, y sin apenas aparecer en ataque más allá de un par de intentos de tiro desde fuera del área que no dieron frutos. En la segunda parte, más cerca de la frontal, basculó bien al equipo. Le faltó animarse más con el tiro, en mejor posición. Pero en la encerrona al Dortmund tras el descanso tiene bastante culpa.

Rodrygo: por la derecha no está cómodo y se nota, no tiene salida natural para buscar el tiro y con Lucas se encontró en el dos para uno en contadas ocasiones. Con todo, tuvo la suya en la primera parte tras pase de Rüdiger, control y remate al larguero. Le faltó fortuna en esa acción. En la segunda parte, fue fundamental para hacer el 2-2, con un buen balón filtrado para Mbappé que terminaría en el gol de Vinicius. Y luego peleó con todo un balón que se perdía y con ese esférico construyó Lucas Vázquez el 3-2. Se fue ovacionado en el 85′ para que entrase Tchouameni.

Bellingham: mal el inglés, algo lento en la circulación y sin encontrar a sus compañeros. En ese rol de interior adelantado tiene que ser el nexo de conexión, pero no hubo química. Y para colmo, el gol sigue sin entrar: Vinicius le dejó solo ante Kobel, pero su remate de cabeza fue flojo y centrado. Tuvo luego un remate con todo a favor en el que se llenó de balón y chocó con el larguero. En la segunda parte, con el Madrid buscando la remontada, se le vio mayor facilidad para agilizar el juego. Se fue en el 90′ para que entrase Ceballos.

Vinicius: poquísimo del brasileño en la primera parte, apenas un pase bueno para Bellingham que el inglés malogró y cero regates, sin finura ni velocidad. Tampoco terminó de combinar con Mbappé. Nada que ver con la segunda parte, en la que se encendió tras marcar el 2-2, aprovechando un despeje tras un mano a mano de Mbappé. Ahí se llenó de confianza y empezó a encarar. Y llegó con gasolina al final: rozando el 90′, se marcó un carrerón desde campo propio con diagonal, aprovechando que Mbappé con su desmarque le iba limpiando el camino, y soltó un zapatazo con la derecha para sellar el triunfo. Y de propina, otro jugadón en la prolongación para anotar fusilando el 5-2. Un ‘hat-trick’ rumbo al Balón de Oro.

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Mbappé: parecía que, un día más, seguiríamos esperando al Mbappé del PSG, ese jugador vertiginoso y letal. En la primera parte, apenas dejó una volea bloqueada por un rival y muy poco más. Pero en la segunda, sin marcar, fue fundamental para lograr el empate. Primero le sirvió un excelente centro a Rüdiger para que hiciese el 1-2. Y luego recibió y encaró para el 2-2, provocando un despeje lateral que aprovecharía Vinicius, a puerta vacía. También jugó un papel en el 4-2, pues con su desmarque le limpió el camino a Vinicius para que entrase como un cuchillo. Probó suerte en el tiro, sin fortuna. Pero su contribución al juego fue, de largo, la mejor desde que está en el Madrid. Se fue en el 90′ para que entrase Güler.

Camavinga: entró en el 71′ por Modric. Energía para el medio sin complicarse con el balón.

Tchouameni: entró en el 85′ por Rodrygo.

Ceballos: entró en el 90′ por Bellingham.

Güler: entró en el 90′ por Mbappé.

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