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BARCELONA

Ansu Fati: del récord a los nubarrones

Hace casi tres años, con su gol al Inter, Ansu se convirtió en el Giuseppe Meazza en el goleador más joven de la historia de la Champions. Ahora intenta despejar las dudas sobre su futuro.

Ansu Fati, en un partido con el Barcelona.
Gorka Leiza

El 10 de diciembre de 2019, hace ahora casi ya tres años, Ansu Fati se convirtió en el goleador más joven de la historia de la Champions League. Tenía 17 años y 40 días cuando perforó la portería de Handanovic en el Giuseppe Meazza (”he pensado: qué acabo de hacer”). Durante casi tres años, el récord ha sido amenazado, pero no superado. En abril de 2021, Jude Bellingham, otro de los prodigios que trae el fútbol, este en el centro del campo, marcó con 17 años y 289 días en un Dortmund-City. Y, mucho más recientemente, Antonio Nusa marcó en el Oporto-Brujas (0-4) con 17 años y 149 días. Da la sensación de que, aunque el personal se acerca, el récord puede quedarse. ¿pero se quedará Ansu?

Esa es la pregunta que cabe hacerse ahora cuando Ansu y el Barça regresan al Giuseppe Meazza tres años y muchas lesiones después en medio de un tremendo secretismo trufado de declaraciones poco contundentes de todos los protagonistas. Hace apenas un par de semanas, en la previa del partido contra el Elche, Xavi declaró: “Ansu está bien. Estamos haciendo un plan. Le falta un poco de ritmo e intensidad, pero hay que ir poco a poco. Después de tanto tiempo sin jugar esto requiere tiempo. Yo he decidido tener prudencia con él. Irá entrando y nos ayudará, pero hay otros jugadores y hay competencia”. Al día siguiente, y aunque el Barça venía del esfuerzo de Múnich, fue suplente. En Palma, no obstante, Ansu sí estuvo en el once: “Cualquier otro se hubiera venido abajo. Él se ha rebelado. Está al cien por cien y será importante”, dijo el entrenador del Barça. Paralelamente a la historia de Ansu en el Barça, está la de Fati en la Selección. El 1 de junio, después de llevarlo a los primeros cuatro partidos de la tercera edición de la Nations League, Luis Enrique dijo: “Ansu está recuperado, olvidaos de eso porque se le crea una patología. Está sano. Y cuando un jugador lleva mucho tiempo sin jugar lo que necesita sin duda es jugar”. Dos meses y medio después, al asturiano, que gastó horas y horas en esas dos semanas con el delantero, no debió gustarle algo: “Vino en junio para que se metiera en dinámica de grupo y la verdad es que estaba bastante mejor. Sólo ha jugado un partido de titular en su club y esto a mí me dice algo. Ojalá volvamos a ver al mejor Ansu, pero ahora no lo veo para la lista (…)”.

Desde aquel gol histórico en Milán que anunciaba el nacimiento de una estrella, Ansu se ha perdido más de 80 partidos con el Barça. Perdida el resto de la temporada 2019-20, la de su debut, por la ‘dictadura’ del tridente Griezmann, Messi y Suárez (más el extravagante fichaje de Braithwaite solicitado por Setién), el 2-8 de Lisboa debía abrir paso a un nuevo Barça. Y ahí entraba Ansu, la gran ilusión de la temporada 2020-21 que, sin embargo, se desgarró el menisco interno de su rodilla izquierda el 8 de noviembre contra el Betis. Una rehabilitación deficiente provocó una serie de artroscopias poco exitosas en la rodilla que impidieron reaparecer al jugador hasta que empezó la temporada 2021-22. Más de 300 días después, volvió ante el Levante con un emocionante gol que provocó lágrimas incluso en los aficionados. Parecía que Ansu, que había pasado un calvario, ya estaba de vuelta pero, en el plazo de tres meses (noviembre de 2021 y enero de 2022), el delantero se rompió otras dos veces. Primero, en Vigo, con Sergi Barjuan como técnico interino. Y luego, en San Mamés. Ya con Xavi en el banquillo del Barça, sufrió un arrancamiento del tendón proximal del bíceps femoral izquierdo. Xavi y el doctor Pruna pretendieron que el futbolista viajase a Finlandia para que se operase con el doctor Lasse Lempeinen en Turku (por allí ya han pasado Dembélé, Sergi Roberto y, en los últimos días, Araújo). Ansu, espantado después de la intervención de 2020 y respaldado por su agente, Jorge Mendes, y su padre, Bori, se negó en redondo a operarse y prefirió un tratamiento conservador que, de momento, no ha funcionado.

Nadie tiene una mala palabra sobre la capacidad de trabajo Ansu Fati, a quien todos consideran un profesional excelente pese a su juventud (con un punto casi obsesivo que recuerda a Cristiano Ronaldo), comprometido con el Barça después de su renovación y la asunción del dorsal 10, el que llevó Messi durante tres lustros. El jugador se distanció de los médicos del Barça y se marchó a Madrid para seguir su rehabilitación en manos de Joaquín Juan (el fisio de Cristiano Ronaldo y Pau Gasol entre otros), mientras escuchaba los consejos de José Carlos Noronha, doctor de la federación portuguesa. Ansu decidió desoír a los doctores del Barça y seguir los consejos de Jorge Mendes. “El tendón ha quedado perfecto”, aseguran desde el entorno médico del futbolista. Los técnicos del Barça y la FEF, sin embargo, siguen coincidiendo en que el jugador no se expresa al cien por cien en el terreno de juego según las señales que emiten los famosos GPS que controlan los movimientos de los jugadores en entrenamientos y partidos. Que el tiempo para llegar al Mundial se le acabe es lo de menos porque Ansu es un jugador insultantemente joven (va a cumplir 20 años a final de mes) que va a tener más oportunidades en su carrera. Pero su reto es volver a ser el jugador fresco y mágico que pareció tantas tardes al inicio de su precoz carrera, cuando devoraba récords.