Alaba no es la solución

Poco o nada se puede salvar de la visita del Real Madrid al Benito Villamarín, que se saldó con derrota y, lo peor, con malísimas sensaciones. Introdujo Ancelotti algunas rotaciones pensando en el duelo de mañana ante el Atlético, en la ida de octavos de Champions, entre las cuales estuvo la inclusión de Alaba en el centro de la zaga junto a Rüdiger. El austríaco había tenido pequeñas apariciones tras más de un año de ausencia por una rotura de cruzado y ante el Girona firmó su primera titularidad, con buen tono. Carletto se mostró optimista: “Poco a poco, está alcanzando su mejor nivel. Puede ser titular en Champions. Pero podría ser un riesgo para él jugar cada tres días...”. Tiene pinta de que la Liga va a ser el territorio de Alaba, al menos de momento, pero así como ante el Girona el buen tono general colaboró para que se viese un buen nivel del austríaco, ante el Betis quedó claro que de momento no está para ser solución en los duelos de alta intensidad.

Las cualidades técnicas de Alaba le hacían especialmente importante para el Madrid en la salida de balón, una situación que este curso es especialmente problemática tras la jubilación de Kroos. Pero no se siente el ex del Bayern seguro aún para llevar ese peso: apenas dio 31 pases en 61 minutos, uno cada dos minutos, mientras que Rüdiger tocó mucho más balón (69 pases en 96 minutos). Sólo intervino Alaba 38 veces, por 78 del alemán. Con balón, no fue el jugador que conocemos.

Y sin balón sus datos fueron casi inexistentes. Estuvo desaparecido, mal asunto en un partido en el que el Madrid recibió 18 tiros en total. No ganó ningún duelo aéreo, no hizo ninguna entrada y no recuperó ninguna posesión para el equipo (Rüdiger, cuatro), apenas firmó dos bloqueos y dos faltas, una de las cuales le costó una amarilla que le ponía en situación peligrosa. Ante el riesgo de expulsión, Ancelotti prefirió sacarle del campo, retrasando a Tchouameni a la defensa. Rüdiger también estaba cargado con una amonestación, pero el italiano evidenció que el que le preocupaba era Alaba. Tras un regreso esperanzador, el Villamarín llena de dudas el camino de Alaba esta temporada. Ahora mismo, no es solución ni mejora a Asencio o a Tchouameni.

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