Alaba lanza el guante

Objetivo Champions. Por ambición y por necesidad, in that order. Alaba trabaja a destajo para estar al 200% en la ida del ‘Euroderbi’. Es su objetivo. Y lo tiene entre ceja y ceja. Las sensaciones alrededor de su rodilla continúan siendo sobresalientes y la lesión que sufrió en el aductor izquierdo, ya es historia. Más que un esprint, su regreso está siendo una carrera de vallas. Pero no se detiene. Se siente con fuerzas, con hambre. Quiere ser titular en uno de los próximos tres partidos... y ambiciona con serlo en dos. Pero para ello, deberá sentar a Asencio. Y eso, con la meritocracia en la mano, son palabras mayores. No lo descarten. No lo aseguren. Pero Alaba promete batalla.

Ya tiene el alta médica. Un regreso con su dosis de mala suerte: justo cuando iba a reaparecer en un once titular... pum. Ese pinchazo. Ese dolor. Alaba se lesionó. Iba a salir de inicio en Butarque, en el cruce de Copa y acompañando a Asencio, pero tuvo que regresar a la enfermería (sin Rüdiger, terminó jugando Jacobo). Llevaba cuatro partidos en sus botas. Había jugado ante Las Palmas (15′, la tarde de su gran retorno, 399 días después de romperse el cruzado izquierdo y destrozarse la rodilla) y repitió contra Salzburgo (27′), Valladolid (23′) y Brest (9′). Cuatro seguidos. Pero faltaba la titularidad, que iba a ser en Leganés. Hasta que una lesión lo impidió.

Dos semanas KO

Así que todo tuvo que posponerse. Se le diagnosticó una pequeña rotura en el aductor izquierdo: entre dos y tres semanas de baja. Fue el 4 de febrero. Y como las recuperaciones médicas en el Madrid tienden al mínimo, este caso no fue una excepción. Justo cuando se cumplieron dos semanas, reapareció con el grupo. En la víspera del City. No fue titular y, de hecho, sólo disputó 1′, pero esa entrada al campo era un mensaje público: Alaba está de vuelta. Disponible. Con todo lo que eso conlleva.

Pulso con Asencio

Está exprimiéndose para llegar el ‘Euroderbi’ al 200%. A la ida, el 4 de marzo. Al partidazo en el Santiago Bernabéu. Ya no hay rastro de molestias, pero él mismo es consciente de que necesita rodaje para poner jugar un partido así en plenas condiciones. En su mente está ser titular en uno de los tres próximos partidos (Girona, donde apunta al once, Real Sociedad y Betis), ambicionando con serlo en dos. No es titular desde hace 434 días. Pero aquí nace el gran problema: para asentarse, tendría que mandar al banquillo a Asencio, probablemente uno de los jugadores que mejor momento atraviesa no sólo de la defensa, sino de toda la plantilla. Le ha crecido una valla más en el camino.

Factor apercibidos

Porque Rüdiger está fuera de toda duda. El centro de la zaga es él... y otro. Asencio o Alaba, esa será la cuestión. El austriaco quiere estar en plenitud deportiva para ese día, de forma que jugar o no pase a ser una decisión exclusiva de Ancelotti. Lo que está en su mano es propiciar esa papeleta. Dulce y amarga a la vez. Pero, como se anunciaba, este regreso no es sólo una cuestión de ambición, sino de necesidad: Rüdiger y Tchouameni están apercibidos en Champions, por lo que de ver una amarilla, no jugarían en el Metropolitano. Incluso en el caso de que pierda el pulso con Asencio, sabe que las probabilidades de tener que aparecer en esa batalla son altas. Y quiere estar preparado.

Con sus 71′

Esta temporada sólo acumula 71 minutos, habiendo jugado menos que Diego Aguado (90′) o Jacobo Ramón (102′) y estando casi a la par que Lorenzo (67′). Esa es su situación. Pero de ahí, para arriba. Porque desde fuera sólo se ven los números, pero desde dentro se palpan las sensaciones. Y en los pasillos de Valdebebas se mantiene que el futbolista está a un nivel muy alto. Derrochando mucha confianza, personalidad y demostrando tener mucho más ritmo del que el público se puede imaginar. El giro de 180º se mantiene. Alaba ha pasado de ser casi un caso perdido, a un futbolista con cuerda para rato. Sin miedo, sin vértigo. Y que ahora, mira al ‘Euroderbi’. A ese 4 de marzo. Quiere ponerle las cosas difíciles a Ancelotti. Y a Asencio. Promete debate. Lanza el guante.