A evitar lo nunca visto
El Madrid, con Karim Benzema, defiende el 2-5 de Anfield. Nadie remontó una desventaja de tres goles de visitante, pero el Liverpool ya ha goleado fuera en esta Champions.
En su condición de patrón de los imposibles, el Madrid ha inundado de mensajes de advertencia la visita del Liverpool al Bernabéu. Nadie en la historia de las competiciones europeas ha levantado fuera una desventaja de tres goles en casa, pero, en palabras de Butragueño, en ese estadio “pasan cosas”. Y algunas han rozado lo sobrenatural (sigue el partido en directo en As.com).
Los datos que alimentan ese pesimismo extremo son pocos, pero existen. El Madrid ha sido eliminado dos veces en el Bernabéu después de haber ganado en la ida (ante el Odense en la UEFA 94-95, 2-3 y 0-2, y en ante el Ajax en la Champions 18-19, 1-2 y 1-4) y en los últimos tiempos se ha asomado al abismo en circunstancias parecidas. Bayern y Chelsea le llevaron a la prórroga en 2017 y 2022 después de un 1-2 en Múnich y un 1-3 en Londres. Disipó la amenaza en el tiempo extra. Y en 2018 la Juventus llegó a igualar el 0-3 de la ida, aunque acabó cayendo eliminada por un penalti muy polémico en el descuento.
A los datos propios, el Madrid debe añadir los ajenos. Esta misma temporada, el Liverpool ha logrado en sus desplazamientos de Champions un marcador que le clasificaría (1-7 al Rangers) y otro que le llevaría a la prórroga (0-3 al Ajax). El curso pasado le hizo un 1-5 al Oporto. En esta Premier, en Anfield, se marcó un 9-0 al Bournemouth y un 7-0 al United. Esas riadas ofensivas del equipo de Klopp, propenso a la exageración, son las que mantienen activa la alerta en el Madrid. También la final de Champions, en que los reds dispararon 23 veces, obligaron a Courtois a hacer nueve paradas y cayeron en el único disparo a puerta de los blancos.
El pinchazo ante el Bournemouth
Desde la ida, ni Liverpool ni Madrid han mejorado excesivamente. Los reds han ganado dos partidos de cuatro, aunque marcaron nueve goles y solo recibieron uno, el que les costó la derrota ante Bournemouth el sábado. El Madrid, por su parte, ha estropeado mucho su andadura en la Liga, con dos empates, y en la Copa, con su derrota en el Bernabéu en el Clásico. Su única victoria llegó el sábado ante el Espanyol. En esta última jornada liguera, ni uno ni otro se guardaron demasiado porque su situación no se lo permite. El Madrid esta obligadísimo en su persecución al Barça. El Liverpool acabó el sábado a seis puntos de la Champions. Por eso salió ante el Bournemouth con una alineación muy cercana a la ideal. De hecho, se espera que en el Bernabéu repita once con un único cambio en el centro del campo, porque ni Bajcetic ni Henderson participaron en el último entrenamiento. El frente de ataque será amplio: Salah, Gakpo y Darwin Núñez.
Pese a la última derrota, la situación del equipo de Klopp ha mejorado notablemente en las últimas semanas. Van Dijk, que antes de la ida solo había jugado un partido tras su lesión, ha cogido ritmo. También ha empezado a acompañarle Konaté, baja aquel día, y Diogo Jota tiene ya velocidad de crucero. El Madrid, por su parte, recupera a Benzema, que le quitará el sitio a Rodrygo. Los únicos goles del francés en esta Champions han sido los dos al Liverpool en Anfield.
Ancelotti retiró el domingo antes del final a Modric, Tchouameni y Kroos, lo que revela que repetirá con ellos hoy más Valverde en el centro del campo. La incógnita es si en la izquierda repetirá con Camavinga o, como parece probable, tirará de Nacho, que lleva 17 partidos consecutivos jugando. Con Salah, máximo goleador de la competición (ocho tantos) hasta ayer, en que le superó Haaland, en esa banda lo lógico es que Ancelotti ate ese cabo con un especialista defensivo. Mendy, que vuelve a una lista de convocados una vez superada su lesión, no es todavía una opción para el once inicial.
A todo gas
Ambos equipos presentan estadísticas muy similares en el torneo en casi todo: ataques, remates y goles. El Madrid solo es muy superior en juego combinativo y en la portería. A Alisson le han marcado gol en uno de cada dos disparos en esta Champions. Courtois, en cambio, ha encajado seis tantos, pero ha hecho 19 paradas.
El partido se prevé a tumba abierta, muy del gusto de Klopp. En su presentación con el Liverpool, hace ya casi ocho años, lo anunció: “Mi fútbol es rápido, de transiciones. Me gusta el juego a todo gas”. ‘The normal one’, como se autodefinió a su llegada, encontró en Anfield la paciencia necesaria para un proyecto de largo alcance. Perdió más que ganó en sus primeros tres años (ningún título y una final de Champions, una final de Europa League y una final de la Copa de la Liga perdidas), pero el club le dio carrete y acabó reconquistando Champions, Premier, Copa, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes y Copa de la Liga. “Quiero convertir a los seguidores de incrédulos a creyentes”, dijo cuando no había ganado nada. Lo consiguió con un fútbol de vértigo que penalizaba mucho las pérdidas del rival, pero ahora han regresado las dudas hasta el punto de que cada vez está menos claro que cumpla el contrato que le liga al club hasta 2026.
Klopp, en todo caso, morirá con sus principios y, por tanto, no se espera que refuerce la vigilancia sobre Vinicius, pesadilla de su equipo y de casi todos en esta Champions. Es el jugador que más disparos suma, el cuarto goleador y el segundo mejor regateador de la competición. Alexander-Arnold le ha permitido mucho y tampoco ha recibido ayuda para frenarle. También tendrá que apañárselas solo hoy porque Klopp cree que a esto se gana pegando y no evitando golpes.
