El sueño americano: el camino alternativo para los jóvenes futbolistas

Cada año nos llena los ojos un nuevo canterano que irrumpe en el primer equipo y logra el gran objetivo de años y años de formación. Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Gonzalo, Pablo Barrios; son muchos los casos. También hay quienes hacen las maletas y dan el gran paso en otro club, como ha pasado con los Nico Paz, Chema Andrés y tantos más. Pero de todos aquellos jóvenes que superan la academia y consiguen hacerse un lugar en la élite, son muchos más los que buscan caminos alternativos para seguir cumpliendo sus sueños, y la opción de Estados Unidos es una apuesta que cada vez toma más forma para los jóvenes españoles.

Gonzalo Carrasco es uno de esos jugadores que optó por probar suerte en el fútbol estadounidense. Siendo muy joven llamó la atención del Atlético de Madrid y bajó el ala colchonera vivió más de una década, desde el segundo año de Benjamín hasta el primero de Juvenil. “Era juvenil de primer año y me dieron la opción de hacer la pretemporada con el equipo superior, pero me ofrecieron firmar con el mismo equipo que yo ya había jugado. No es que me echasen, pero sí que es verdad que me ofrecieron algo que no me gustaba y que me sentó hasta un poco mal“, recuerda Gonzalo de su salida del Atleti.

No es fácil pasar página después de una década en uno de los mejores clubes del mundo. “Cuando sales de esa burbuja en la que te crees que todo es rosa y perfecto, te das cuenta de la realidad del fútbol, de los equipos que son un poco más humildes”, cuenta Gonzalo, a quien le costó reponerse, a tal punto que su pasión por el fútbol se fue diluyendo: “Me llamó el Leganés y entrené dos meses con ellos, hasta que me llamó el director de captación y me dijo que iban a traer a un descarte del Real Madrid y que yo no iba a jugar nada. Ese segundo golpe hizo que me desmotivara muchísimo”.

Gonzalo terminó sumándose al Adarve, que para ese entonces militaba en Segunda B, pero las cosas no salieron bien: “Yo había salido de un sitio donde estaba todo muy bien y de la nada el fútbol era totalmente distinto”. Después de esa temporada, apareció la oportunidad de LaLiga Pro Player, un programa que ayuda a canteranos españoles de clubes de LaLiga a conseguir becas en Estados Unidos; al haber estado durante tantos años con ellos, el Atlético lo tuvo en cuenta para participar, y a partir de ahí cambió su vida.

“Nos dieron un par de partidos para que nos vieran entrenadores de Estados Unidos; ahí empezaron a hablarme, hubo ofertas de becas y me contaron cómo funcionaba todo. A mis padres les encantó la idea, porque podía estudiar y jugar al mismo tiempo, y como yo estaba un poco desmotivado con el fútbol, pues pensé que sería una buena experiencia”, relata el futbolista madrileño.

Cruzó el Atlántico para jugar en la División Uno de la NCAA mientras estudiaba Administración de Empresas. "Estados Unidos ha sido el sitio donde yo he recuperado la pasión por el fútbol. Tuve un par de entrenadores que me empezaron a decir que siguiese, que podía jugar al fútbol profesionalmente, que podía tener una carrera en el fútbol”, confiesa. “El fútbol en Estados Unidos es un poco distinto, porque es todo más físico; creo que eso es lo que me ha hecho que diese un salto más en lo físico, que quizás era lo que me faltaba”.

“Obviamente, depende de las universidades, pero yo he llegado a jugar delante de dos mil o tres mil personas”, dice el mediocampista. Sobre el nivel del fútbol universitario, valora: “Se asemeja a Segunda y Tercera RFEF. Este sistema te ayuda a estar totalmente dedicado al fútbol, tener todo tipo de herramientas muy cerca. Estamos aquí todos en una burbuja, tenemos el gimnasio, el vestuario, los campos de fútbol, todo tipo de material, los fisios, todo en una misma instalación y vivimos a cinco minutos. Por el contrario, en Segunda y Tercera RFEF, a veces el sueldo que tengas no te da para mantenerte, tienes que tener otro trabajo, o si estás estudiando tienes que ir a la universidad y luego al entrenamiento; si tienes exámenes no te los van a cambiar, porque a los de la universidad les da igual, a los del equipo también les da igual. A nivel condiciones, me parece una opción increíble para dar el salto fuera de España”.

Las instalaciones, el dinero y el nivel que hay aquí es prácticamente profesional, incluso mejor que muchos clubes profesionales de España"

Gonzalo Carrasco

“Un montón de chicos de Primera, Segunda y Tercera RFEF hoy en día se vienen a jugar aquí. No se escucha mucho en España, porque en España hay muchísimo fútbol, pero las instalaciones, el dinero y el nivel que hay aquí es prácticamente profesional, incluso en algunos casos mejor que muchos clubes profesionales de España”, comenta. Y resalta: “El salto que están dando el fútbol en Estados Unidos se da porque gente de fuera está viniendo a formar. Sin ir más lejos, mi entrenador de porteros y mi preparador físico del Atlético de Madrid están trabajando con la cantera del Austin FC”.

Con respecto al choque cultural en su llegada a Norteamérica, Gonzalo explica: “Es un choque gigante. La gente es más reservada, es menos cercana, las relaciones con las personas son más frías, pero al final siempre he tenido la suerte de que el equipo está lleno de gente de Europa y de Latinoamérica; siempre hay un grupo de ocho o nueve jugadores de España, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil o México, que nos juntamos muchísimo y te hace sentir un poco mejor. Si no, sí siento que hubiese sido más complicado, pero al final Estados Unidos es que está lleno de extranjeros”.

Ahora, con 24 años y ya graduado de la universidad, Gonzalo se está recuperando de una lesión en Washington, junto a un preparador físico del club de la capital yankee, para luego dar un salto con el Louisina Krewe, un equipo de cuarta división que está haciendo una inversión importante y ha comprado una plaza en la tercera categoría para 2027. “Llevo tres años jugando ya en el equipo, porque la liga se juega durante el parón de la universidad. Me dijeron que querían que fuese la primera persona que firmasen con contrato y con visado americano. Al final yo me quiero quedar en Estados Unidos y me pareció la mejor opción tanto para el fútbol como para cualquier otra cosa que quiera hacer, porque me deja estar aquí”.

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