La NASA del Sevilla
La Inteligencia Artificial triunfa en Nervión, no sólo para fichar. Hay herramientas que permiten cobrar el mecanismo de solidaridad o conocer el comportamiento de los aficionados.
"¿Dónde encontramos el mirlo, la gran oportunidad? Cuando el dato y la información subjetiva coinciden. Intentamos cuadrar el círculo y ponderar el nivel de influencia en la toma de decisión con todo lo demás, como la adaptación que pensamos que pueda tener el futbolista en cuestión al Sevilla", declara Monchi en Xataka. A la hora de fichar, el director deportivo del Sevilla apuesta por una mezcla entre lo clásico y lo tecnológico, representada esta dicotomía en la ficción por un par de películas norteamericanas sobre otro deporte más de allí, el béisbol. En 'Moneyball', Brad Pitt triunfa con el dato; en 'Trouble with the curve' (Problema con la curva), son un veterano Clint Eastwood y su buena vista (o más bien, sin ánimo de hacer spoiler, el oído) los que acaban detectando el talento o la debilidad de un jugador.
En la realidad, el algoritmo y la Inteligencia Artificial se apoderan casi por completo del fútbol mientras los ojeadores más clásicos van quedando orillados, en el olvido. Y el Sevilla pretende tenerlo todo atado con un departamento de IA pionero en el fútbol español, que no solamente trabaja para reclutar nuevos futbolistas con el menor margen de error posible, sino que intenta también maximizar el rendimiento en otras áreas del club.
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Un departamento en el que hay matemáticos y hasta físicos y que incluso se siente capaz de desarrollar software exportable/vendible a otros equipos. Como una herramienta para identificar el traspaso de cualquier futbolista que haya jugado en el Sevilla o sus categorías inferiores. La aplicación 'salva' dinero para el club de Nervión, pues en muchas de esas ventas que se hacen en otras partes del Mundo existe el derecho a cobrar el conocido 'mecanismo de solidaridad' de la FIFA: un porcentaje del montante total por los años de formación del jugador como canterano.
Más allá todavía: la tecnología se aplica también a los aficionados, a sus patrones de comportamiento. Por ejemplo: si el Sevilla conoce los socios que no suelen ir al Ramón Sánchez-Pizjuán cada vez que llueve, estará en disposición de pedirles que cedan su asiento para que lo pueda adquirir otro hincha. Esto permite maximizar la capacidad del coliseo blanquirrojo, alrededor de 43.000 espectadores, de los que 38.000 tienen carnet.