Koke, puente entre generaciones
Dio el relevo a Xavi, aprendió de Iniesta y ahora intenta enseñar, pero también conservar su puesto, ante la pujanza de Gavi, Pedri y Soler. Luis Enrique valora su liderazgo.
A día de hoy, y junto a Thiago, ausente en esta convocatoria, Jorge Resurrección Koke (8-1-1992) juega un papel muy simbólico en la Selección. Debutante con Del Bosque en agosto de 2013, al atlético le correspondió dar el relevo a Xavi, convivir unos cuantos años más con Iniesta y, ahora, tratar de enseñar y dar consejos a jóvenes como Pedri, Gavi o Carlos Soler. Y, casi al mismo tiempo, tratar de proteger su puesto. "Siempre he dicho que soy un privilegiado de haber jugado con los mejores como fueron Xavi e Iniesta; y ahora también soy un privilegiado por estar al lado de Pedri y Gavi. Tienen un futuro y un presente espectacular. Los veo bien, estoy disfrutando de ellos y hay que intentar aprovecharlos al máximo", dijo Koke ayer en la sala de prensa del Sinobo Stadium de Praga.
En mayo de 2014, y antes del batacazo morrocotudo en el Mundial de Brasil que se había anunciado ya en la final de la Confederaciones del año anterior, Luis Martín, redactor de El País, escribía una historia premonitaria. "Les voy a decir una cosa: en este vestuario solo veo a un futbolista que mire con hambre. Y sin hambre, no vamos a ganar nada”. Era un mensaje interno de Del Bosque al vestuario. Y el seleccionador se refería a Koke, que venía de ganar la Liga ya con el Atlético. En Brasil, después de la primera y humillante derrota ante Holanda (1-5), Del Bosque agitó el árbol y se cargó a Xavi contra Chile y Australia. Koke jugó 45 minutos ante los sudamericanos y el partido entero en la despedida del Mundial. El relevo se había consumado.
Koke también acompañó el final de Iniesta. Nunca hasta la pasada Eurocopa fue indiscutible en los grandes torneos, pero en la pasada Eurocopa Luis Enrique fió bastantes cosas a su liderazgo. Un jugador con casta, experiencia y un tremendo sentido del colectivo que ahora, sin embargo, ve su puesto "amenazado" por jóvenes como Carlos Soler. Por chavales como Pedri. Y casi por niños como Gavi. Un proceso que, sin duda, es capaz de asimilar por su sentido de capitanía. Ya lleva 63 partidos con la Selección en los que, por cierto, no ha sido capaz de hacer un sólo gol. Ayer se lamentaba: " Me gustaría hacer goles en la Selección también. Pero si no marco también me voy contento si ganamos. No ha podido ser y lo importante es que gane el equipo".
De lo que no se cansa Koke es de disfrutar en el terreno de juego aunque la temporada termine el 12 de junio. "Sinceramente, a mí me gusta jugar al fútbol y me encanta mi trabajo. No sé si puede bajar el rendimiento a la hora de jugar cuando tienes tantos partidos, pero las plantillas a día de hoy son amplias. A mí, personalmente, me gusta mi trabajo. Y, como dijo Bernardo Silva, es lo que hay". Salvo sorpresa, Koke será titular hoy en Praga. Luis Enrique todavía le reserva un lugar de excepción en el grupo y es uno de los que tiene, salvo sorpresa importante, un sitio fijo en el Mundial.