El dilema Chavarría
El argentino apuesta por quedarse y acabar su contrato, pero el Málaga vería con muy buenos ojos su salida y ya le ha transmitido que partirá en desventaja con el resto de delanteros.
El Málaga tiene por delante un verano vital para el crecimiento de su proyecto. La dirección deportiva blanquiazul tiene ante sí una ardua tarea para dar forma a la plantilla 2022-23, ya que hay que dar un buen puñado de bajas y reconstruir un equipo que debe contar con muchas caras nuevas. En el capítulo de salidas hay jugadores que ya saben de primera mano que no cuentan para el proyecto y que deben buscarse acomodo lejos de La Rosaleda. Uno de ellos es Peybernes. También se le abrirá la puerta a Paulino. Y otro caso cuyo desenlace es incierto es el de Pablo Chavarría.
El delantero tiene un año más de contrato. Su temporada ha sido decepcionante. Se recuperó de su grave lesión de rodilla en el primer tramo del curso, pero luego acumuló varias lesiones musculares y cuando ha estado disponible su nivel ha sido ínfimo. El Málaga pretende encontrarle acomodo para liberar masa salarial y tener un mayor margen a la hora de abordar posibles incorporaciones. Pero en Martiricos son conscientes de que no será fácil darle salida.
El argentino ha mostrado su deseo de seguir para tratar de ganarse de nuevo la confianza de club, cuerpo técnico y afición. No obstante, ya sabe por boca del propio club que, de quedarse, partirá en desventaja con el resto de delanteros.
En los despachos de La Rosaleda se trabaja a marchas forzadas para reforzar todas las líneas del equipo. Y en la delantera habrá numerosos cambios. El objetivo es incorporar al menos dos o tres delanteros que aporten gol y una mayor contundencia ofensiva. La falta de pegada ha sido uno de los grandes lastres que ha arrastrado el Málaga durante toda la temporada. De hecho, el blanquiazul ha sido el equipo menos goleador de la categoría, por debajo incluso de los descendidos Alcorcón, Fuenlabrada, Real Sociedad B y Amorebieta.