Bolo se despide de la Ponferradina
El técnico bilbaíno anunció su adiós en la rueda de prensa previa a la última jornada: "Ojalá en el futuro pueda volver a defender estos colores".
Parecía una rueda de prensa más, previa al último partido de Liga en el que ya no hay nada en juego para la Ponferradina, pero entonces saltó la bomba: “El de Lezama será el último partido de este trayecto de cuatro años. Ojalá en el futuro pueda volver a defender estos colores y sentirme orgulloso y querido como me he sentido todo este tiempo”. Jon Pérez Bolo anunciaba así su adiós a la Deportiva después de cuatro temporadas al frente del equipo berciano.
El partido ante el Amorebieta pasaba así a un tercer o cuarto plano mientras Bolo explicaba los motivos de su renuncia a continuar en el banquillo de El Toralín: “He dicho estas semanas que motivos personales y deportivos. Todas las temporadas acabas cansado, pero tengo que ser sincero conmigo mismo y con el club. Para ejercer esta profesión hay que dar el 200% y otras temporadas sentía que tenía cosas que aportar, pero ahora no lo siento así, por eso doy un paso a un lado para que venga otra persona que haga las cosas diferentes e ilusione a la gente. Habría sido muy fácil haber renovado, pero no sería sincero. Lo más importante es la Deportiva, esté quien esté. Lo que queda es el escudo y su gente”.
Bolo rechazó así que hubiera motivos económicos en su marcha: “Nunca he hablado de dinero, las negociaciones otras veces se han hecho en minutos, no es un tema económico. Siempre queremos mejorar, pero este club es una familia y todos sabemos nuestros recursos. No voy a poner en riesgo a un club como la Ponferradina, que me lo ha dado todo. El club seguirá dando pasos adelante esté yo o no”.
Un berciano más
El todavía entrenador de la Deportiva aseguró que durante estos cuatro años en el Bierzo “he tenido vivencias que recordaré todos los días de mi vida. Vine solo, estuve solo dos años, lo pasé mal con la pandemia lejos de mi familia y luego pude traerlos a disfrutar del Bierzo. Ha sido un trayecto increíble y sólo tengo palabras de agradecimiento para todo el mundo, especialmente para la afición, que me han hecho sentir la persona más querida del mundo”.
Por último, cada vez más emocionado y al borde de las lágrimas, Bolo manifestó que “lo único que quiero es que me recuerden como una buena persona. He intentado ayudar a mis jugadores y me lo han dado todo. Espero haberles ayudado a crecer como futbolistas y como personas, porque para mí entrenar va más allá de la técnica y de la táctica, es gestionar personas y he tenido personas increíbles. Me llevo muchos amigos y una familia berciana”