Marcelino: "Llega el momento de cerrar una bonita historia"
"Siento que el club ya no me da la confianza que necesito", refleja en alusión a los tres candidatos a la presidencia del Athletic. Con Elizegi habría renovado.
Marcelino no ha querido esperar mucho para anunciar que se hace a un lado, que deja el Athletic por voluntad propia, eso sí, impulsado ante los mensajes que le han ido llegando por parte de los tres candidatos a la presidencia, que no se los han trasladado directamente. En una multitudinaria comparecencia ante los medios en San Mamés, rodeado del capitán del equipo Muniain, el embajador del club Iribar, el director general Berasategi, el director deportivo Alkorta, la junta directiva, que se ha constituido en comisión gestora, el delegado Sendoa y su cuerpo técnico, se explayó durante algo más de media hora para cerrar este intenso periplo que acaba de forma abrupta. Ha reconocido que la decisión la tomó antes de ayer, aunque públicamente marcó esa fecha como la importante.
El preparador asturiano, visiblemente emocionado y lloroso, arrancó leyendo un comunicado y finalizó entre aplausos por parte de las tres primeras filas, las de representantes de la entidad. “Miro hacia atrás y solo veo lo bueno”, lanzó con media sonrisa. Se va el entrenador de las cuatro finales, aunque una venía heredada. Su estancia ha sido corta, desde el 3 de enero de 2021, es decir, durante 17 meses en los que han sentido que ha tenido un “privilegio”. “Con el paso del tiempo la experiencia ha sido mucho mejor de lo que en aquellos momentos podíamos imaginar”, se remontó a aquella época en la que tomó el relevo de Garitano. .
Entrando en los números de este último ejercicio, destacó que han logrado nueve puntos más que la temporada anterior y que han sumado la mejor cosecha de las cinco últimas temporadas. “El Athletic está muy por encima de las personas que puntualmente estamos en él. Tras un análisis profundo de la situación, de valorar los pros y contras, hemos tomado una decisión, ha llegado el momento de dar un paso al lado y cerrar una bonita historia”, delimitó. Su interior se revolvía. “Tuve una gran guerra, no una batalla, el corazón me decía quédate y la cabeza no puedes”. El futuro no existe más allá de hacer la mudanza, ir a Gijón, “disfrutar de la familia y los amigos” y “algún entretenimiento que hará que me distraiga”.
García Toral se mostró “orgulloso” de "haber disfrutado del privilegio de haber entrenador al Athletic”. “Ha llegado el momento de dar las gracias y decir adiós. ¡Eskerrik asko! (muchas gracias) y agur (adiós)”. Cuando fue repartiendo agradecimientos se acordó del presidente, la junta directiva y director general. También del director deportivo, Alkorta, “que entendió nuestra manera de trabajar desde el primer día y nuestras ideas dentro y fuera del club; una persona honesta, trabajadora y buen compañero”. Incidió especialmente en los capitanes “que desde el primer día nos mostraron todo su apoyo y nos hicieron más fácil la convivencia con todo el grupo”. Y no se olvidó de la plantilla, "nos llevó a lo más alto y nos hizo campeones, ha sido el mejor grupo con el que he trabajado durante mis casi 20 años como profesional. Vamos a estar agradecidos a esta plantilla de por vida; como grupo humano nos han ofrecido todo lo mejor. No es un adiós, siempre estaréis en nuestro corazón”, lanzó a sus jugadores, representados por Muniain. Palabras muy generosas que también dispensó a los medios, ya que han tenido un buen trato con él.
La afición no le tenía mucho afecto cuando llegó y se va con todos los parabienes. "Como no iba gente al campo al principio... Estuvimos huérfanos mientras nos atacó la pandemia, luego supe el verdadero significado de estar en San Mamés como entrenador del Athletic hemos vivido momentos inolvidables”, se derrumbó. “Esta decisión nos duele en el alma, pero es lo que correspondía por todas las circunstancias que se dan”.
Respiró profundo un par de veces para serenarse y seguir con su discurso detallando las razones de su renuncia. "Si los dirigentes que nos contrataron y nos dejaron trabajar con absoluta libertad hubieran seguido, habríamos aceptado la renovación, porque teníamos la confianza plena y un proyecto. Siento que el club ya no me da la confianza que necesito, el apoyo para construir algo a medio o largo plazo. En estas últimas semanas no he percibido el respaldo incondicional e inequívoco ni la confianza a futuro para seguir siendo el entrenador del Athletic”. Todo ello supone los argumentos “para confirmar que he acertado cuando se ofreció la renovación en varias ocasiones”. De todos modos, considera que el equipo seguirá progresando con él fuera. “Cuando quieres y crees, la mejora va a llega”.
En un mes habrá un sustituto para ese banquillo y no quiere lanzar ninguna recomendación al que le tome el relevo: “Seguro que encuentra las soluciones para hacer un Athletic mejor”. Se va sin guardar rencor a Arechabaleta, Barkala y Uriarte, que le han dejado en un segundo plano. “No considero que se me ha faltado al respeto. Cuando vas a ser el presidente de un club tan importante, cada paso que das tienes que medirlo mucho. Los hechos me demuestran que tomamos la decisión correcta, para que actuasen con total libertad. No estoy dolido, los que estamos en la oferta sabemos que lo mejor es que puedan elegir entre multitud de oportunidades, Los hechos y las conversaciones te dicen dónde estas y lo que supones”. Echa la persiana con 75 partidos, 28 victorias, 26 empates y 21 derrotas. Con cuatro finales, la Supercopa de 2021 y la sensación de haber fallado en momentos importantes.