NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL SOCIEDAD

Un último partido que resume una temporada

La derrota de la Real ante el Atlético se convirtió en el fiel reflejo de lo que ha venido sufriendo durante toda la Liga, una falta de gol que le ha impedido luchar por la Champions.

Actualizado a
Marcos Llorente, entre Elustondo y Mikel Merino.
Juan HerreroEFE

Ya está. La Real Sociedad dio carpetazo definitivo a la temporada. Y puede que sea la campaña más complicada a la que se ha enfrentado Imanol Alguacil desde que es entrenador del primer equipo txuri-urdin. Porque ha tenido que sortear más de una piedra en el camino que a punto ha estado de echar todo el trabajo realizado por tierra. Pero el entrenador oriotarra ha logrado alcanzar la meta reinventándose y sacando más partido que nunca de los recursos que tenía a mano. Puede que hayamos estado ante la Real más pragmática de los tres últimos años, pero también ha sido la que más ha fallado delante del marco contrario. Y en el último día, en el que se cerraba esta historia, no iba a ser diferente. Por eso, la derrota de la Real contra el Atlético de Madrid es el mejor resumen de su temporada.

¿Y qué quiere decir eso de que todo un año de Real se puede resumen en 90 minutos contra el Atlético? Pues que el cuadro donostiarra volvió a disponer de gran cantidad de ocasiones claras de gol, perdonó y acabó pagándolo caro, tanto que despidió el curso con una injusta derrota. A ver si les suena de algo. La Real empezó el choque siendo protagonista con el balón, mostrándose superior al Atlético, y lo más importante, demostrando los méritos para que todo eso se reflejara en el marcador. Rafinha protagonizó todas esas oportunidades que se desperdiciaron de la misma forma que se frustraban las que se había tenido en partidos anteriores. Un remate franco desde el borde del área, un mano a mano que pega en el poste, o una llegada al área pequeña desde la segunda línea. Todo acababa igual, en nada.

¿Y entonces qué pasó?, se preguntarán. Pues lo que ha venido sucediendo toda la temporada, que el rival te hace pagar muy caro tu falta de puntería, en este caso el Atlético de Madrid. Dos llegadas, dos goles, y partido casi finiquitado. Digo casi, porque una ves más esta Real demostró la rebeldía que tiene dentro como para no conformarse con lo que estaba sucediendo, y tratar de cambiar el guion de la película en el tramo final. La Real Sociedad perdió 1-2 contra el Atlético de Madrid en el Reale Arena en el partido que cierra la temporada y que se convierte en el fiel reflejo de lo que ha venido sufriendo durante toda la liga.

Pocas veces un epílogo mostró tan claro lo que ha pasado anteriormente. Y entonces entiendes porque al final la Real de Imanol esta vez no pudo alcanzar la Champions League. Porque le faltó colmillo arriba para morder más, como demuestran sus números. De haberlo tenido, otro gallo hubiera cantado, y probablemente la temporada no sería de sobresaliente, sería de matrícula de honor. Porque aunque pueda quedarte la espina de qué hubiera pasado con más acierto, y eso provoca una sensación de escasez difícil de quitar, no se puede restar un ápice de mérito a todo lo que ha hecho la Real este año, y cómo ha llegado a la meta al final del camino. Tres años seguidos en Europa. ¡Qué locura! Y más cuando tu santo y seña (Mikel Oyarzabal) se lesionó de gravedad en el momento más inoportuno, y cuando no ha habido jornada en la que no haya tenido que mirar a la enfermería. La Real volvió a fallar ante el marco contrario, pero no ha fallado a su objetivo. Y al final eso también queda. O al menos, debería quedar.