ALMERÍA
El Mediterráneo se hiela para quedarse sin fiesta
El inopinado empate ante el Alcorcón aguó una noche mágica para celebrar el ascenso, con actuaciones musicales de RVFV y Pilar Bogado. Juanma Moreno llegó al palco en el descanso.
Estaba todo preparado. Como cualquier equipo que puede lograr un título o un ascenso de categoría, el Almería tenía lista su fiesta. Sin embargo, el Alcorcón de Fran Fernández la aguó, teniendo ahora los rojiblancos que vencer en Leganés el próximo sábado (18:30 horas) para certificar su objetivo, valiéndole también la igualada siempre que no empate el Eibar y gane el Valladolid, o incluso perder si los vallisoletanos no ganan. Pero de eso ya se hablará y mucho durante los próximos días. A la afición almeriense aún le duele el disgusto monumental tras no vencer a un Alcorcón ya descendido. El Estadio de los Juegos Mediterráneos ha vivido de todo, como aquel gol de Aranzubía en el descuento. Sin embargo, lo que se respiraba tras el pitido final anoche era una sensación nueva e indescriptible. Nadie se movía de su asiento, como si todo fuese una pesadilla o el partido debiese repetirse.
Pero la realidad es que el Almería pinchó con el colista. A pesar de que el mensaje del vestuario rojiblanco fue el de la cautela durante toda la semana, a la hora de la verdad a los rojiblancos les templó las piernas. En el club almeriense creen que acusaron la presión sin saber abstraerse del ambiente triunfal que se había generado, sobre todo en aquellos jóvenes, cuya fuerza mental deberá trabajar Rubi durante la semana que entra mañana. La sensación es que no se vendió la piel del oso antes de cazarlo, puesto que desde la caseta rojiblanca se mandó en los días previos de tranquilidad, pero sí que en el día D temblaron las piernas como nunca antes se había visto esta temporada.
Y con ello se aguó una fiesta que pretendía ser inolvidable. Hace mes y medio AS le propuso a la cantante Pilar Bogado cantar el himno en el césped del Estadio de los Juegos Mediterráneos en caso de ascenso. La onubense aceptó el reto y la propuesta gustó al club rojiblanco, que incluyó la actuación de la novia de Álex Pozo en la fiesta del ascenso, a celebrarse tras el encuentro ante el Alcorcón. También se había cerrado la presencia del almeriense RVFV para la fiesta en el interior del recinto de la Vega de Acá. El espectáculo de sonido y luces iba a ser de época: fuegos artificiales, jugadores siendo homenajeados de uno en uno y un largo etcétera para una noche inolvidable y que finalmente será difícil de olvidar en sentido negativo para la hinchada almeriense, puesto que la fiesta debe esperar ahora.
El horario del partido había provocado que el Almería optase por celebrar el ascenso en el propio Estadio, sacando el autobús descapotable al día siguiente (a diferencia de los ascensos anteriores). El vehículo ya estaba preparado con un 'Almería es de Primera. Sólo el principio' para llevar a los jugadores desde el Mediterráneo hasta la Plaza de las Velas en la tarde-noche del domingo, siendo el equipo de Rubi también recibido en la Alcaldía. El pinchazo inopinado frente al Alcorcón cambia todos los planes y abre un nuevo escenario, donde el encuentro en Butarque, lejanísimo hace apenas un día, es la última bala para lograr el ascenso directo.