Estudios y fútbol se mezclan en la concentración de la Sub-17
Los jugadores de la Selección dedican varias horas a la semana a su formación además de a los entrenamientos. Los hay que quieren estudiar Biomedicina, incluso.
El trabajo del staff de España en el Europeo Sub-17 de Israel no se reduce solo en entrenar y preparar los partidos. Los futuros talentos del fútbol español están viviendo una experiencia única y emocionante en la que sus nombres se están dando a conocer en Europa gracias a los grandes resultados que está cosechando la Rojita en el torneo, pero en la RFEF se preocupan por recordarles algo que no deben olvidar: tienen 16 y 17 años. Son muy jóvenes, el futuro es incierto y los estudios son importantes.
En ese sentido, la figura de los tutores de la RFEF es clave. Son el apoyo de los jugadores y supervisan cada tarde de estudios, que en el caso de este Europeo, son sesiones de hora y media cada dos o tres días. Además, los tutores plantean dinámicas lúdicas de aprendizaje colectivo para cohesionar al grupo con quiz virtuales o exámenes grupales ‘sorpresa’ en los que los que peor puntuación sacan tienen que cumplir los retos que les pone el resto del grupo. Así nadie se quiere quedar atrás y el buen ambiente reina en la concentración. Lógicamente por edad, la mayoría de los chicos de la Sub-17 cursan 1º de Bachillerato y varios de ellos se están formando en un grado medio para ser entrenador. En cuanto al futuro, los hay que tienen claro que quieren estudiar carreras relacionadas con el deporte, como INEF o Fisioterapia, o incluso hay alguno que está deseando acabar el bachiller para estudiar nada menos que Biomedicina.
Pero el trabajo de los tutores no empezó en esta concentración. Desde hace nueve meses los miembros del staff de formación hacen un seguimiento de los estudios de los jugadores con clubes, padres y escuelas para asegurarse de que ningún jugador se descentrase a lo largo del año. Para la RFEF, que ha impulsado este proyecto de formación desde 2018, tener los pies en la tierra y la cabeza bien amueblada es indispensable para formar parte de este grupo. Es una edad complicada para los chicos que viven realidades difíciles de mezclar. Están emergiendo como futuras estrellas, algunos tienen miles de seguidores en las redes sociales. Por eso es importante estas dinámicas de estudio y seguimiento. El resultado, hasta la fecha, es incuestionable: un grupo humilde, trabajador y cohesionado que cuenta sus partidos por victorias.