El Castilla dice adiós al ascenso
El filial de Raúl llegó a ir ganando en Algeciras pero el 1-1 le deja sin opciones de entrar al playoff en la última jornada. Marcó Latasa. Theo Zidane y Blanco, expulsados.
La crueldad para el Castilla en Algeciras fue triple. Se dejó un empate en un partido que ganaba en medio de una ensalada de expulsiones, le pasó ante un rival vestido de rojiblanco con pantalones azules (el yuyu no hay que explicarlo) y encima ese punto se le queda corto en la lucha por el playoff. El filial de Raúl aparecerá en la última jornada sin opciones matemáticas de ganarse el último billete en liza para soñar con el ascenso.
Raúl sabía que todo pasaba por Algeciras, rival directo y partido de esos que hacen crecer pelo en pecho juvenil. El Nuevo Mirador, hasta la banderola; el clima, sofocante. La obligación de ganar no le pesó al Castilla. De hecho, pasado un primer susto de quedarse blanco en forma de dos balones al poste del equipo andaluz en la misma jugada (uno de ellos, gracias a un paradón de Luis López), el filial se encaramó al partido y marcó gracias a Latasa, pero fue anulado de manera polémica por el colegiado, que estimó falta previa a Pol Tristán. El ariete, que venía de debutar con el Madrid en Cádiz, siguió destacando por la zona. Un remate acrobático suyo supuso esta vez sí el 0-1. Un resultado que empujaba a los castillistas pero también al Algeciras, en su caso en forma de presión. La subida de revoluciones rojiblanca la culminó Roni en un fallo de la zaga del filial y eso fue el inicio del fin. La roja casi inmediata a Theo Zidane y poco después también a Blanco fueron demasiado para los jóvenes futbolistas de Valdebebas.
Pudo ser peor, porque el Algeciras estalló otro balón contra el travesaño en el minuto 92, pero el Castilla acudió a un último empujón de casta y Latasa dispuso de una última ocasión a segundos del final, pero su disparo lo tapó la zaga rojiblanca. Hubiera sido un final épico y un subidón para esa última jornada de mirar otros campos, el goal average y tirar todo el tiempo de cábalas. Por lo menos para Raúl y los suyos. El Algeciras, aún en liza, sí la vivirá.