El Andorra de Piqué logra el ascenso a Segunda División
El conjunto tricolor venció al UCAM Murcia gracias al tanto de Carlos Martínez (1-0) y aprovechó que el Villarreal B no ganó para sellar un ascenso histórico.
El 21 de mayo de 2022 ya es una fecha histórica en Andorra. El conjunto tricolor es, por primera vez en su historia, equipo de Segunda División. El tanto de Carlos Martínez bastó para dejar en la lona a un UCAM Murcia ya descendido a Segunda RFEF, y catapultarse hacia el fútbol profesional. El Andorra aprovechó, además, que el Villarreal B no pasó del empate ante el Linense y Gerard Piqué, propietario del Andorra y jugador del Barcelona, vio desde el palco como su club continúa haciendo historia con un nuevo ascenso (en 2019 fue campeón de Primera Catalana y saltó a Tercera). “Juntos hasta la cima” se pudo leer en una pancarta de la Tribuna del Estadi Nacional y dicho y hecho: el Andorra ya es una entidad profesional.
El conjunto de Eder Sarabia no dejó respirar al UCAM Murcia durante los primeros compases del encuentro. Sabían que necesitaban ganar para alcanzar el fútbol profesional y trataron de imponer un ritmo diabólico de juego con un Altimira omnipresente e incisivo. El extremo del bloque tricolor se mostró dominante en cada acción y suyas fueron las primeras ocasiones. El UCAM Murcia bastante hizo con achicar agua y en el 31’ se acabó la resistencia. La presión alta del Andorra surtió efecto. Marc Fernández recogió el regalo de Armando Corbalán y dejó solo a un Carlos Martínez que no falló en el mano a mano. Tras el gol, pese a que los de Eder Sarabia no levantaron el pie del acelerador no lograron llegar al descanso con una renta mayor.
Ya en la segunda mitad, el Andorra siguió siendo dominador del ritmo del duelo. Aguado no dejó de mover a su equipo, Marc Fernández y Altimira de achuchar por las bandas y Carlos Martínez de hacer lucir a Pedro López. El meta del UCAM Murcia fue, sin duda, el mejor jugador visitante y es que las ocasiones que malograron los de Eder Sarabia fueron muy claras. En los últimos minutos, los nervios por verse en Segunda no hicieron mella a unos locales muy enteros y es que tampoco sufrieron en ningún momento por recibir un tanto que hiciese peligrar el ascenso. Con el pitido final del colegiado, la euforia se desató en el Principat d’Andorra. Hubo invasión en el Estadi Nacional y desde el terreno de juego se tuvieron que vivir siete minutos eternos de espera hasta confirmar el ascenso porque el duelo del Villarreal B todavía no había finalizado. Con todo cumplido, éxtasis, abrazos y lágrimas de alegría extrema.