El Oviedo tiene una misión: frenar a Jonathan Viera
El 4-2-3-1, sistema más habitual fuera de casa, serviría para reforzar el centro del campo y, además, tener controlado al talentoso atacante canario
Para García Pimienta, entrenador de la UD Las Palmas, la fase de estudio del rival de mañana encierra más dificultades de las usuales. La variedad táctica a la que ha acostumbrado José Ángel Ziganda a su equipo durante toda la segunda vuelta convierte a los azules en un equipo más imprevisible de lo que es habitual. A esa variedad de sistemas se agarran ahora los ánimos carbayones de cara a la cita más esperada del año. La posibilidad de añadir un hombre a la medular, a costa de dejar solo a Borja Bastón como referencia arriba, cobra fuerza esta semana, ante la posibilidad de tener mejor controlado a Jonathan Viera, elemento que marca diferencias en el conjunto canario.
El 4-4-2 con dos delanteros de referencia ha sido el dibujo más habitual del equipo azul durante la competición. En cuanto Borja Bastón afinó su puntería, fue el esquema con el que Ziganda trató que su equipo escalara posiciones. A él se entregó durante toda la primera vuelta y el inicio de la segunda.
Pero, avanzada la competición, el Cuco se dio cuenta de que a los suyos les faltaba dar un paso, especialmente fuera de casa. En el Tartiere el rumbo se fue corrigiendo poco a poco, pero no sucedía lo mismo a domicilio. Así que optó por dar entrada a otros dibujos.
Primero probó con tres centrales y carrileros largos. El asunto funcionó en su estreno, en Burgos, donde el Oviedo cosechó un importante triunfo, 0-1, que le sirvió para despejar algunas dudas. Pero la imagen del equipo no fue la mejor y el técnico acabó probando con otras alternativas, aunque los tres centrales sí vivieron capítulos posteriores de forma esporádica.
Fue aquí donde entró en escena la posibilidad de sumar otro hombre al centro del campo. El 4-3-3, a veces 4-2-3-1, supuso una mejora clara para los azules, que encontraron en el elemento extra de la medular una forma perfecta para equilibrar al equipo, darle más trabajo y dificultar la construcción de juego por parte de los rivales.
Obeng, el sacrificado
Y en cuanto el equipo empezó a alzar el vuelo, Ziganda instauró una rutina por la cual el Oviedo se asienta en el dibujo de dos delanteros en casa y da rienda suelta al 4-2-3-1 a domicilio. Obeng suele ser el acompañante de Bastón cuando los azules actúan ante su gente, pero fuera de casa, el ghanés da paso a Javi Mier, futbolista capaz de hacer muchas cosas y todas bien, como elemento clave en la media punta.
De cara a la cita de Las Palmas, la lógica apunta a que Obeng se quede en el banquillo, a pesar de que ante el Zaragoza fue el autor de uno de los goles y que ya suma 8 en cuenta particular. De ser así, Javi Mier tendría muchas papeletas para ayudar al equipo en el centro del campo. Reforzaría Ziganda de esta forma la medular y tendría más controlado el Oviedo a Jonathan Viera, el futbolista más talentoso no solo de Las Palmas, sino seguramente de toda la Segunda División.