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BARCELONA

Doce (supuestas) despedidas

El Barça-Villarreal de este domingo podría servir para decir adiós hasta a una docena de jugadores que, por circunstancias, no ha dejado huella en el Camp Nou. Alves, el caso trece...

Riqui Puig y De Jong, en un entrenamiento.
JOAN M. BASCUDIARIO AS

El Barça de esta temporada está de despedida desde que ganó en el Benito Villamarín hace un par de semanas. Ya se dejó ir en Getafe y, esta semana, ha tenido tres días de vacaciones. Además, este jueves se fue de cena y el entrenamiento del viernes arrancó a las 18:00 horas... Básicamente, es un equipo en chanclas en el que Xavi cree que ya conviene pasar poco tiempo en el vestuario para evitar algunas caras, aunque siempre quedará ese viaje de ida y vuelta (más de 45 horas) para jugar en Australia... Además, al Barça le queda un partido en el que el rival, el Villarreal, y un tercero como el Athletic en Sevilla, se juegan cosas.

Como cada último partido de la temporada en casa, es un día de despedidas. En el Barça puede haber hasta doce, aunque los hay que están más cerca que otros de irse: Neto, Dest, Lenglet, Mingueza, Umtiti, Riqui Puig, Frenkie de Jong, Dembélé, Memphis, Adama, Braithwaite, Luuk de Jong.

Ninguno de ellos puede decirse que hayan historia en el club azulgrana. Uno de los casos más significativos es el de Frenkie de Jong, a quien el club ha decidido poner en el mercado tres temporadas después de llegar a la Ciudad Condal. El partido de este domingo podría suponer un plebiscito en el Camp Nou sobre un jugador que genera debate: hay quien considera que debe ser capital en la reconstrucción del Barça. Otros lo dan como caso perdido y prefieren el ingreso de su traspaso para reforzar la plantilla. Este verano podría salir rumbo a la Premier.

El otro gran nombre es Dembélé, que ha hecho sufrir con sus lesiones más que disfrutar con sus slaloms a la afición. Termina contrato en apenas un mes y diez días después de cinco años, de los que cuatro se los ha pasado casi en una camilla de recuperación. Como en el caso de De Jong, la reacción del Camp Nou resultará interesante en el que puede ser su último partido con el Barça.

Algunos se podrían despedir desde la enfermería como Sergiño Dest, que podría entrar en operaciones de traspaso (con el Sevilla, por Koundé; con el Bayern, por Lewandowski) o ser vendido. Lastrado por las lesiones y con algunos problemas tácticos, no ha resultado tener la proyección que se esperaba.

En la portería, Neto podría marcharse después de tres temporadas casi inédito, bajo la 'dictadura' de Ter Stegen, intocable pese a su dudoso rendimiento en los tres últimos cursos. Hay tres despedidas que sí parecen seguras. Mingueza, Lenglet y Umtiti son transferibles. El último llegó a ser un futbolista aclamado e idolatrado en el Camp Nou en sus dos primeras temporadas, pero a su vuelta del Mundial 2018 se convirtió en una rémora para el Bara por su lesión en la rodilla izquierda y su altísima ficha, acordada pese a que Bartomeu conocía sus problemas físicos. Un fiasco que resume la gestión, descuidada y poco responsable, del anterior presidente. Lenglet empezó bien a su llegada en 2018, pero se ha ido apagando, con errores infantiles que han mermado su autoestima; y a Mingueza le falta un escalón para tener el nivel que se suele exigir a los defensores del Barça. Luego, eso sí, el Barça tendrá que encontrarle salida a los tres.

Riqui Puig, favorito de la grada cuando hacía sus primeros pinitos en la cantera, ha asumido al fin que para probar su verdadera valía como futbolista tiene que probar fuera. Seguro que Xavi, otro de los entrenadores que como Valverde o Koeman no ha creído en él, sí le da la oportunidad de decirle adiós a su gente. Tal vez, hasta otra si el club, cuando lo traspasse, se guarda una opción de recompra.

Adama, en el que había sido su regreso, terminará su cesión con más pena que gloria después de un inicio explosivo que luego no se confirmó porque Dembélé le comió la tostada. Traoré volverá a los Wolves. Otro que se marcha después de su préstamo de un año ha sido Luuk de Jong. Pero éste sí deja cierta huella: la de la profesionalidad y el deber cumplido. El holandés, faltado al respeto por muchos, entre ellos la afición del Camp Nou en aquel partido ante el Bayern o de la masa social en general tras el choque de Vallecas, le ha dado seis puntos al Barça en Liga y ha aguantado que le dijeran en su cara que no contaban con él. Se repuso, trabajó con profesionalidad y eso la afición se lo va a premiar. El Barça también quiere traspasar a Braithwaite, un fichaje 'random' pre-pandemia del club azulgrana que también es un profesional intachable pero al que no le alcanza para el nivel de exigencia de la institución. Memphis sabrá pronto qué es de su futuro. Ha cumplido este curso y ha dado goles y compromiso. Pero es un fichaje de Koeman, Planes y Bartomeu. Puede entrar como moneda de cambio porque Xavi tampoco cree firmemente en él.

Hay un caso aparte de estas doce supuestas despedidas. El jugador número trece se llama Daniel Alves, que tuvo un regreso memorable al Camp Nou seis años después de su marcha y, con 39 años, aún no conoce su futuro. Laporta asegura que quiere que continúe y la decisión está en manos de Xavi. Tal vez, sólo con su lenguaje gestual pueda adivinarse algo.