El Girona juega con fuego
El conjunto rojiblanco ha perdido el colchón de puntos que tenía respecto a los equipos de fuera del playoff. Los de Míchel solo han ganado un partido de los últimos cuatro.
La temporada del Girona está siendo una montaña rusa emocional. Tras un inicio de curso para olvidar, en la jornada 12 estaba en descenso, se logró reconducir la situación y ha llegado a las dos últimas jornadas de Liga dependiendo de sí mismo para hacerse con una plaza en el playoff de ascenso. El problema es que le tocará sudar, y sufrir mucho, porque en las últimas cuatro jornadas ha perdido el colchón de puntos que tenía respecto a los conjuntos que estaban fuera del playoff. Actualmente es sexto, con los mismos 64 puntos que Las Palmas, séptimo, y solo uno más que la Ponferradina, octava.
El Girona está jugando con fuego y espera no quemarse en los dos partidos de Liga que restan. Para su tranquilidad cuenta con el 'goal average' a su favor respecto a Oviedo, Las Palmas y Ponferradina (sus rivales directos) y sabe que si gana los dos duelos que restan no tendrá que sacar la calculadora para darse cuenta que tiene plaza de playoff. Pero el problema es que la dinámica del equipo no es buena. Solo ha sido capaz de sumar tres de los últimos 12 puntos y sus perseguidores están en pleno vuelo. Los gerundenses juegan ya sin red y los últimos resultados son incompatibles con el sueño y la ilusión de disputar un nuevo playoff de ascenso. Una victoria en cuatro partidos (contra el Alcorcón) es un pobre bagaje y la pegada del bloque rojiblanco se está resintiendo. Únicamente ha logrado dos goles a favor en los últimos cuatro duelos y los rivales empiezan a oler la sangre.
Enderezar el rumbo es innegociable y no se pueden escapar más puntos. Los dos últimos rivales del Girona en lo que resta de Liga, Mirandés y Burgos, no se juegan nada pero no puede haber un exceso de confianza. Y más cuando los resultados en los últimos encuentros han provocado que se encienda alguna alarma en Montilivi. Motivos hay para ello porque solo cuatro equipos sumaron menos puntos que los gerundenses en los últimos cuatro encuentros. El Girona cosechó tres puntos, dos firmaron Huesca, Lugo y Burgos y uno el Zaragoza. Estos datos escuecen y lo hacen aún más si se tiene en consideración que rivales directos como Las Palmas, en este tramo, sumó diez puntos y la Ponferradina, nueve. De ahí que la red haya desaparecido para un Girona que debe reaccionar.