El Chico Maravilla y Capitán Ampuero
Pablo Torre salió de El Sardinero por la puerta grande, con la afición rendida a sus pies, los ojos llorosos y su capitán arropándole en todo momento
Superhéroes
Dentro de muchos años, cuando los racinguistas de hoy hablen de esta temporada, como los de antaño recuerdan el autogol de Pombo o la promoción contra el Español (entonces llevaba ñ), sin duda habrá dos nombres que pasarán de generación en generación de racinguistas: Pablo Torre e Íñigo Sainz-Maza, la estrella que fue el factor diferencial del equipo y el capitán que lo lideró y que marcó cuando tuvo que marcar, en Riazor, el día que lo cambió todo. Romo, que es muy bueno en la sala de prensa, ya bautizó al de Soto con nombre de superhéroe, 'El Chico Maravilla', y yo me atrevo a proponer el de 'Capitán Ampuero' para Íñigo, un cúmulo de virtudes racinguistas que me empieza a parecer sobrenatural. El cuarto de hora posterior al final del partido, en el que no dejó solo ni un solo momento a Pablo, roto por la emoción, fue una sobredosis de racinguismo que incluso desde la grada era difícil de gestionar. Otros ganan títulos, juegan en Europa o disfrutan de un estadio que no se cae a pedazos, pero el Racing tiene momentos como este y superhéroes como El Chico Maravilla y el Capitán Ampuero. Que nos quiten lo bailao.
El Chico Maravilla y Capitán Ampuero
A mí no me sobra
El míster del Racing dijo ayer en sala de prensa que el partido de campeones "sobra". No es el único. La semana pasada discutí con un amigo, racinguista pata negra donde los haya, porque a él le parecía exactamente lo mismo y nos acusaba a la prensa de vender humo con ese partido. Yo, que reconozco que a la RFEF, que ha hecho una muy buena remodelación de la Segunda B, le falta pulir esta fase final de la temporada, con playoffs neutrales y campos llenos y no vendidos al mejor postor y gradas vacías cuando no juega el que compra, he de confesar que me mola que el Racing juegue una final. Y más todavía, que la gane. Vale que, como dijo Romo, el Racing va a llegar tras un mes desenganchado y el rival tras una semana de festejos (aunque dentro de un orden, si son Andorra o Villarreal B, digo yo) y que no es el mejor de los escenarios. Ya. Pero la final de la Champions no la vamos a jugar nunca y la de la Copa del Rey, aunque nos quedamos a tiro de Getafe y Atleti+Mateu de jugar dos, también parece una posibilidad muy remota. Así que, por favor, Guille, como te llama Menocal el del DM, vamos a intentar ganar la que nos toca. Por ahora.