Antoñito: “Varios entrenadores me han dicho que debo ser más egoísta”
Antoñito, fichado hace tres semanas por el Depor para el tramo final de liga, habla con AS del aterrizaje en A Coruña, su carrera y la “ilusión” por ascender.
Antonio Jesús Regal Angulo, Antoñito (Herrera, Sevilla, 11/12/1987) aterrizó en el Deportivo hace tres semanas de forma sorpresiva ante los problemas de lesiones en el lateral derecho. El andaluz, en paro desde enero tras su salida del Cartagena, ha caído de pie en el conjunto coruñés. Titular desde el primer día, se estrenó como goleador en su debut en Riazor ante el Logroñés y el sábado será titular de nuevo frente al Tudelano. A sus 34 años afronta este mini contrato hasta final de temporada cargado de ilusión y con el claro objetivo de ascender para “compensar al Depor por su confianza”.
¿Cómo está físicamente después de no entrenarse la semana pasada aprovechando el parón por el partido ante el Extremadura?
Ha sido una buena semana para descansar un poco, desconectar y para trabajar para lo que nos viene ahora. Nos queda un mes bonito e intenso.
Este trabajo personalizado llegó tras ser sustituido en el descanso ante la UD Logroñés. ¿Supongo que no será fácil pedir el cambio después de jugar un gran primer tiempo y marcar un gol?
Me habían avisado el cuerpo médico y técnico que a la mínima molestia se lo comunicara, y así fue. Tenía una pequeña sobrecarga, es normal después de tanto tiempo sin competir. Esta semana de parón ha venido bien para fortalecer la zona.
Ese egoísmo que acompaña al jugador y que le impide muchas veces ver eso, ¿se aprende a dejarlo de lado con tablas?
La verdad es que varios de los entrenadores que he tenido en mi carrera me han dicho que me falta egoísmo, que debo serlo más y que me falta cierta maldad. Pero a esta edad ya no voy a cambiar. Siempre he mirado por el bien del equipo y del club más que por mí mismo.
Fichar, debutar la primera semana, marcar su primer gol en Riazor… ¿Cómo lleva tantas emociones en tan poco tiempo?
Ha sido todo muy rápido. Todo cosas bonitas que me han faltado este tiempo que he estado viviendo la otra cara del fútbol. Todo esto me sirve para estar más motivado, en alerta y con ganas de compensar las muestras de cariño y la confianza que me ha dado el Depor.
Dado lo poco que quedaba de temporada, ¿se creyó a la primera cuando le dijeron que el Deportivo quería ficharle?
Era lunes santo, me levanté de la siesta y tenía dos llamadas de un amigo mío y cuando me lo contó me quedé un poco en shock. No me lo esperaba, fue bonito y me dije, ‘hostia a esto no puedes decir que no’.
Fichó y esa semana debutó. Mucha gente alucina con su buen estado de forma llegando en abril y siendo un jugador en paro…
La gente que me conoce y que sabe cómo es Antoñito no le sorprendió. Soy un culo inquieto y siempre estoy haciendo algo. Como me dicen en casa, soy un manojo de nervios. Mi mejor terapia desde enero ha sido entrenar, entrenar y entrenar. No ya pensando en este año, si no en la próxima temporada. Gracias a Dios, ha sido antes de tiempo.
Tras su salida del Cartagena, no debió ser fácil ir a entrenar todos los días sabiendo que el fin de semana no había partido, que no tenía equipo.
Es complicado. Caro que hay días más difíciles que otros, pero lo hacía con la mayor ilusión, como si fuese un niño pequeño que disfruta jugando al fútbol. Esa ha sido siempre mi ilusión y lo sigue siendo.
¿Y de pequeño, fue un futbolista más de barrio o de escuela de fútbol?
De mi pueblo, siempre en Herrera hasta que de cadete me fui al Málaga. Fue muy bonito porque viajábamos por toda España, incluso Portugal y Francia, con la escuela de fútbol. Fue una etapa muy bonita, de muchos amigos y experiencias.
Usted es del Sur y conoce mejor el Grupo II. ¿Qué le espera al Deportivo en el playoff?
Sí, conozco más los equipos de allí. Es un Grupo muy competido y eso tiene que incentivarnos para seguir compitiendo y asegurar el segundo puesto, que es muy importante.
¿Piensa ya en el rival que les puede caer?
No, no. Es muy temprano, el Grupo II está muy igualado y no hay nada decidido. Nosotros sabemos que si hacemos las cosas buenas que ha hecho el equipo durante el año y sacamos la mejor versión del Deportivo, los que se tienen que preocupar son ellos.
Uno de sus antiguos clubes, y posible rival, es el Albacete. ¿Qué le parecería que le tocase como rival?
Estuve allí dos años y el segundo me tocó vivir la cara amarga con el descenso. Si queremos subir hay que ganar partidos. Si quedamos segundos tenemos que mirar a nosotros mismos, no al rival.
Y dentro de dos semanas, el filial de otro ex suyo, el Valladolid.
Sí. Mi paso por Valladolid fue muy importante en mi carrera y muy especial. Le guardo mucho cariño y lo digo siempre, fue la mejor etapa profesional y personal de mi vida. Viví muchas cosas bonitas que se quedarán en el recuerdo.
¿Este tramo final para el Depor para por mantener la segunda posición y a la vez seguir creciendo en sensaciones?
Claro. Nos viene bien competir hasta el final por esa segunda plaza para estar más activos y preparados para el playoff. Conseguir el segundo puesto no es una final, no logras un trofeo ni un campeonato, ni una eliminatoria, pero hay que competir por lograrlo a mil cada partido. Se hizo el día del Dux con un primer tiempo espectacular y el del Logroñés. Tenemos que ir a buscar adelantarnos en el marcador pronto porque somos un equipo experto, de posesión y con mucho ritmo de juego.
Las estadísticas dicen que en los dos últimos años cuando el Deportivo se adelantó en Riazor, 22 victorias y un empate…
Pues ese es el guion. Si nos adelantemos somos un equipo muy difícil de batir, ya está todo dicho.
En su larga carrera nunca había jugado en Riazor. ¿Cómo vivió su estreno en el estadio coruñés hace dos semanas?
Se lo dije a muchos amigos míos, algo espectacular. Me quedé impresionado, y eso que el campo estaba a la mitad. Impresionado con el ambiente del estadio, con los Riazor Blues, los más cachondos como digo yo. Riazor es un estadio que impresiona, y que además es grande para correr (risas…).
Y ahí es donde se jugarán el ascenso.
Sí, tenemos esa pequeña ventaja de jugar en casa, aunque los rivales también traerán a su gente. Es cierto que con nuestra afición tendremos un punto a favor del que hay que beneficiarse, que no sea algo que nos perjudique.
¿Y eso cómo se consigue?
Siempre tienes esa pequeña presión de jugar en tu cuidad, con tu gente y en tu estadio. Eso hay que gestionarlo y llevarlo a lo positivo. Conocemos el estadio, sus medidas y el mayor apoyo será nuestro. Cuando llegue el playoff habrá ambiente de partido toda la semana en la calle y también habrá que saber aislarse. Meterse en una pompa de plástico de esas que hay en los restaurantes, pensar, concentrarse en el partido y hacer luego lo que nos pide el míster.
En ese sentido, parece que a usted le ha costado muy poco adaptarse a sus nuevos compañeros y a lo que el pide Borja Jiménez.
En los entrenamientos intento fijarme ya como se mueven los compañeros, a quién le gusta al pie, en largo, al espacio… Además, el tipo de entrenamientos que hacemos ayuda mucho a entenderse, a compenetrarse. En el primer partido estuve algo más perdido, pero en el segundo, con más tiempo de adaptación, fue ya todo mejor.
¿En qué le está insistiendo Borja?
Al final, como todos los entrenadores no quiere encajar goles. En el sistema defensivo es lo que hace más hincapié.
Parece que Trilli podrá volver a la lista ante el Tudelano tras su lesión. ¿Tranquiliza no ser ya el único lateral derecho disponible?
Que estemos todos sanos y en buenas condiciones va a hacer al equipo mejor. Ojalá que Víctor y Trilli estén para el playoff, sería bueno para el equipo. Son gente que han luchado mucho durante todo el año.
¿Tiene algo en mente para celebrar si van bien las cosas?
Tengo siempre una rutina para hacer con mi familia y mis amigos, pero no lo puedo decir en público. Soy un poquito maniático.
¿Miedo a gafarlo?
(Risas…). Sí, en parte sí. Lo que está claro es que primero hay que matar al oso y después ya venderemos la piel.
Firmó solo hasta final de temporada. ¿Y su futuro?
Vine para mes y medio para ayudar al Depor en su objetivo. Primero hay que rendir en el campo para que el club quiera contar conmigo y que le guste a la gente. Si todo sale bien, Antoñito estaría encantado de seguir en el Deportivo.
Pues para darle el impulso a eso, tendrá que marcar más goles…
(Risas…). Mi gol ha sido una anécdota. No soy mucho de goles y cuando meto uno se lía la mundial en mi casa por el cachondeo. No hace falta que rían de mí más veces, ya han tenido una semana para eso. (Risas...).