REAL VALLADOLID 1 - REAL SOCIEDAD B 2
Aprobados y suspensos del Pucela: Dimisión del ascenso directo
El Real Valladolid se pega otro tiro en el pie en el peor momento y cede una nueva e incomprensible derrota.
El Real Valladolid volvió a pegarse un tiro en el pie y a ceder un triunfo ante una Real Sociedad B que no lo mereció, pero que tampoco desaprovechó los regalos blanquivioletas. Si bien estos fueron dominadores, de nuevo concedieron errores flagrantes convertidos en gol, lo que, llegados a este punto, prácticamente les hace decir adiós al ascenso directo.
Masip: Fue un mero espectador durante muchos minutos... incluido en la jugada en la que se adelanta la Real Sociedad B. En el segundo gol la defensa no le ayuda, quedándose, de nuevo, clavada sin poner remedio.
Janko: La acumulación de jugadores de la Real B en su costado le sesgó las alas en alguna jugada, aunque se sumó al ataque bien varias veces; unas, sin acierto suyo y otras con uno mayor de la zaga. Desaparecido en el segundo gol.
El Yamiq: Durante muchos minutos pareció tener uno de esos partidos de jerarquía que a veces tiene. Sin embargo, en el primer tanto no estuvo fino; le pilló de sorpresa, y en el segundo tampoco acabó de estar fino, como el resto de la zaga.
Josema: Como su compañero en la pareja de centrales, estuvo un tanto desatinado con el balón en los pies. Cometió una falta sobrante que derivó en la jugada del 0-1, que empezó a tirar por la borda el partido. Mal, como los demás, en el 0-2.
Carnero: Desatinado en lo técnico y obcecado en alguna oportunidad en la que se incorporó. Dejó bastantes dudas en esas acometidas y también atrás, coronadas con la nulidad de su defensa en la marca del segundo tanto visitante.
Aguado: Su primera parte fue de dominio, por momentos, insulso, no provocado, eso sí, por él, sino por la lejanía de jugadores que le rodeaban. Tuvo su ocasión de siempre en el balcón del área, que se fue al limbo. Se le vio fatigado al final.
Iván Sánchez: Volvió a ser el encargado de activar a Plata, en una posición condicionada por eso y alejada del último sector. Cuando entró juego, la jugada mejoró y sufrió muchas faltas. Dio una tímida esperanza con el gol.
Anuar: Sorprendió su poca participación en fase de iniciación en la primera parte, en la que solamente dio diez pases. A cambio, trató de acercarse a Weissman, no siempre con éxito. Puso la asistencia del gol anulado del israelí.
Plata: Muy cubierto, con hasta tres rivales en vigilancia de su zona, poco a poco se fue imponiendo y llegando a situaciones de peligro, como el gol que rozó cerca del descanso. En cambio, no estuvo bien en los centros: erró los seis que puso.
Toni Villa: Dio una exhibición en el regate, lanzando varios eslálones en los que se regateó a cualquiera que le saliera al paso. No en vano, completó hasta ocho quiebros. Pudo marcar y sirvió envíos con marchamo peligroso.
Weissman: Completamente desconectado del juego, como dijo luego Pacheta, porque es un rematador, uno desasistido incluso pese al volumen ofensivo alto. En la que tuvo, anulada, la mandó a guardar, en un testarazo en el que se adelantó al zaguero.
También jugaron en el conjunto de Pacheta:
Cristo: Tuvo la fe típica en lo suyo como para intentar buscar puerta un par de veces. En una de ellas rozó el gol después de un buen recorte en el área.
Hervías: Activo pero sin incidencia, más allá de acciones a balón parado.
Morcillo: Inédito, desaprovechó otra vez los minutos que tuvo y una nueva oportunidad.