El Oviedo no tiene techo
Los azules llevan seis victorias consecutivas, se asientan en los puestos de play-off y quieren seguir mirando arriba: son el equipo más en forma de Segunda
La sexta llegó en una de las actuaciones más convincentes que se recuerdan esta temporada. El Oviedo estuvo metido desde el principio del choque. Fue intenso, presionó arriba y ganó cada balón dividido. Jugó, además, con criterio cada vez que se hacía con la pelota. Llegó y goleó a un Mirandés desbordado desde el minuto inicial por el juego de los azules. Es el sexto triunfo seguido del Oviedo, erigido como el conjunto más en forma de la Segunda División en los dos últimos meses.
Porque el crecimiento del equipo azul es asombroso. El Oviedo inició el campeonato con algunas dudas, sobre todo referidas al juego pero el paso de las jornadas ha ido aclarando el panorama. Y Ziganda ha encontrado la fórmula más exitosa, combinando dos esquemas dependiendo del lugar donde se juegue.
En casa, el equipo se mantiene fiel al 4-4-2 más habitual durante el curso, con Obeng como compañero de vanguardia del indiscutible Borja Bastón. Pero fuera, la cosa cambia levemente. Suele ser Javi Mier el que ingresa en el once para formar por delante del doble pivote, con un 4-2-3-1 en el que el canterano cumple varios roles: es el primero en presionar junto a Bastón y con el equipo poseyendo la pelota se incrusta en el centro del campo para generar superioridad en la medular.
La fórmula ha llegado en el momento más adecuado. Justo cuando el Oviedo parecía decaer, con el único momento en el que los azules habían perdido dos choques seguidos (0-1 frente a la Real B y 2-1 en Girona), llegó la reacción: 22 de los últimos 24 puntos en juego para disparar sus opciones. Las seis últimas victorias en la competición no han hecho otra cosa que confirmar lo que ya se sospechaba: el Oviedo es hoy por hoy el equipo más en forma de toda la Segunda División.
Ziganda insta a seguir mirando arriba
Mientras la ilusión se ha instalado en el oviedismo, con una ola de optimismo que no se recuerda en muchos años, el técnico opta por mantener los pies en el suelo. Acepta que la afición sueñe con las más altas cotas, pero insiste en el mismo mensaje de puerta para dentro del vestuario: pensar en el siguiente rival. “Los números dicen que estamos muy bien, pero nos queda mayo, que se deciden muchas cosas. No quiero ser aguafiestas, pero hay que pensar en ver cómo planificamos la semana, y el partido de Málaga. ver qué cosas podemos mejorar y mantener la ambición. No podemos pensar más a largo plazo”, indicó el Cuco al final del partido contra el Mirandés.
El mensaje del técnico es, en todo caso, ambicioso, en la misma línea que ha mostrado en las últimas semanas desde la sala de prensa. “No tenemos motivos para mirar atrás ni para pararnos. Hay que pensar en el siguiente escalón. Si podemos, iremos a por el cuarto puesto. Hay que seguir con ambición y ganas. Y la ilusión que se está creando entre la gente, que nos contagie”, señaló el preparador navarro.