El alirón de Ancelotti
El técnico del Real Madrid, de habitual perfil serio, se soltó la melena en la celebración del título: emoción en el estadio, bailes en el autobús, cánticos en Cibeles...
El alirón liguero del Real Madrid permitió ver la otra cara de Carlo Ancelotti, esa que el técnico italiano no suele mostrar habitualmente. El italiano, un hombre de perfil serio, poco dado a estridencias y que se siente cómodo dejando el protagonismo a los jugadores, se soltó la melena tras el 4-0 al Espanyol que supuso la consecución de la Liga 35 de la historia del Real Madrid, además de un hito personal para él que nadie más ha logrado: ganar como entrenador las cinco grandes ligas de Europa (Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y España).
Ya en el estadio, durante la celebración con su cuerpo técnico, se vio a un Ancelotti emocionado, al borde de las lágrimas, como luego confirmó ante los medios de comunicación: "Es especial ser entrenador del Real Madrid, todavía no me lo creo. Hoy hay que celebrar, no hablar. Yo quiero celebrar. Me emociono, es por genético, lo hacían mi abuelo y mi padre. Significa que estoy muy feliz".
Y lo estaba Ancelotti, que incluso interrumpió la entrevista que estaba realizando en la TV que retransmitió el partido para besar a su pareja, que apareció en ese momento allí y a la que no había podido ver desde la finalización del encuentro. Antes, los jugadores le habían manteado, un momento en el que Carletto no se sintió nada incómodo; todo lo contrario: "Le decía a Marcelo que otra vez, que otra vez. Me gustaba mucho estar por los aires".
Eso fue en el césped del Bernabéu, donde Ancelotti se abrazó con todos y cada uno de los miembros que integran el Real Madrid; no solo con los futbolistas, también con su cuerpo técnico, los utilleros, el cuerpo médico, los integrantes del departamento de comunicación... Luego en el autobús, de camino a Cibeles, Ancelotti mostró su lado más desatado.
Los bailes de Ancelotti
Se junto en el vehículo descapotable con el grupo integrado por Vinicius, Militao, Rodrygo y Alaba y se vieron en Real Madrid TV imágenes de él bailando junto a los cuatro, entre risas; luego le 'robó' las gafas de sol a uno de ellos para posar con ellas en una foto, puro en boca incluido, junto a los cuatro del grupo, entre risas. Y se permitió hasta gastar alguna broma a sus jugadores, como a Benzema, que aprovechó cada ocasión para abrazarse con el italiano, un entrenador que siempre mostró su predilección por el francés, en su primera etapa y en esta segunda.
Ya en Cibeles, Ancelotti tomó el micrófono, algo que se esperaba; en 2014, tras ganar la Décima, lo hizo para cantar el nuevo himno madridista, producido por el músico RedOne. Y en esta oportunidad, lo hizo para entonar algunos de los cánticos que suelen sonar en el Bernabéu, y para rematar con una arenga pensando en el miércoles, en la Champions: "¡Gracias! ¡Hala Madrid, a por el miércoles!".