Aleix Vidal, ante un rival fetiche
Canterano del Real Madrid, le marcó en su última visita al Bernabéu y en la primera vuelta con el Espanyol. Y ganó ambos. El resto de enfrentamientos los perdió.
Dos goles le ha marcado Aleix Vidal al Real Madrid. El primero, en su última visita al Bernabéu, el 23 de diciembre de 2017, y con la camiseta del Barcelona (0-3). Y el segundo, en el partido de la primera vuelta entre el Espanyol y los blancos, en Cornellà (2-1). En ambos casos, puso el broche de oro a la victoria de sus respectivos equipos. De diez enfrentamientos con el Madrid, de hecho, esos dos fueron los únicos que ganó. Los otros los perdió todos. Hasta ocho.
Se trata de un rival fetiche para Vidal no solo por esas dos dianas, sino por el peso de su pasado todavía más profundo. Por esa niñez en la que era madridista. “Cuando estaba en casa, veía el fútbol por la tele con mis padres y hermanos, que eran del Madrid, y por eso iba con ellos. Pero a la que comencé a vivir del fútbol he sido siempre del equipo que me da de comer”, resolvía hace unos meses en AS. Uno de esos clubes fue el propio Real Madrid, al que llegó en edad cadete, en 2004, y donde no pudo continuar por la alta exigencia escolar del centro donde estudiaba y vivía internado.
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A diferencia del encuentro del pasado 2 de octubre en el RCDE Stadium, deberá Aleix Vidal emplearse este sábado en una posición más atrasada, el lateral diestro, por un Óscar Gil cuya convalecencia ya le llevó a ser titular en la derrota del jueves de la semana pasada frente al Rayo Vallecano (0-1), pero también en otros encuentros con un desenlace más feliz, como el derbi ante el Barcelona en Cornellà, que acabó 2-2, el pasado febrero.