El Deportivo se divierte ante una UD Logroñés a la deriva
El Depor ya ganaba 2-0 a los 12 minutos con goles de Antoñito y Lapeña. Quiles puso la guinda en el 76'. La UD Logroñés ya está fuera del playoff.
El Deportivo saltó a Riazor conocedor de la victoria del Racing de Ferrol. Sabiendo que el contador de su ventaja con la segunda plaza se había puesto a cero. Presión local y presión visitante, porque la UD Logroñés arrancaba el duelo fuera del playoff tras el triunfo del Badajoz. Y la balanza cayó sin dudas del lado blanquiazul. De un Deportivo que mandaba 2-0 en el minuto 12, con goles de Lapeña y un Antoñito que se estrenaba en casa con puerta grande. La puntilla la puso Quiles en el 76’ con un gran cabezazo que le sirvió para resarcirse de un penalti fallado, sumar seis jornadas consecutivas marcando e irse ya a 17 goles. Cuarta victoria consecutiva de los de Borja Jiménez en su campo, que despegan mirando con ilusión al playoff con Riazor como gran arma. Cuarta derrota en los últimos cinco partidos para los riojanos, que no levantan cabeza con Aguilá y salen de los puestos que dan derecho a pelear por el ascenso.
El ambientazo en la grada con el ‘Día de las peñas’ y la soleada tarde animó al Deportivo desde el arranque. Tanto, que tardó cinco minutos en adelantarse en el marcador. Eso sí, con polémica. Una penetración de William en el área terminó en una chilena de Quiles ante Paolo en la que el colegiado no vio juego peligroso a pesar de estar perfectamente colocado. El rechace le cayó a Antoñito y el lateral sevillano, que se estrenaba en Riazor, no perdonó ante el enfado visitante. Alegría absoluta que se convirtió en fiesta cuando Lapeña puso el segundo de cabeza tras un córner de Juergen en el minuto 12. Cuarto tanto del central, que ya forma una pareja de hecho con la zurda de oro del colombiano. Derroche ofensivo coruñés, que pudo aumentar la herida riojana con dos ocasiones de William, otra más de Quiles, mil galopadas de Antoñito y otras quinientas de Aguirre. Gran primera parte del Depor. Gran presencia en ataque, pero sobre todo enorme trabajo de presión que dejó a la UD Logroñés sin balón y sin inquietar a Mackay.
Si ambos equipos comenzaron el encuentro con el mismo objetivo, en la segunda parte los retos eran diferentes. El de los riojanos, entrar en el partido primero y remontar después. La de los blanquiazules, mantener el ritmo, demostrarse que los nubarrones son historia y que Riazor es una garantía para el playoff. Todo pudo quedar visto para sentencia en el 54’ con un penalti por mano de Arregi, pero Daza se impuso a Quiles evitando la puntilla y que el onubense marcase por sexta jornada consecutiva. Ya no lo pudo hacer en el minuto 76, en el que un soberbio cabezazo a la escuadra del pichichi onubense sirvió para mantener su racha personal y sentenciar un partido en el que la UD Logroñés nunca tuvo opciones y del que pudo llevarse más castigo si no se anula un gol a De Vicente en la recta final por un inexistente fuera de juego. Todo perfecto para los locales excepto las molestias de Antoñito, que dado el gafe del lateral derecho, como para fiarse.