Karanka contra "maleficio de los parones" en su debut en casa

La actual temporada se está caracterizando, entre otras cosas, por la singularidad de su calendario. A la acumulación de partidos entre semana se juntan largos períodos en los que los equipos no han competido en el campeonato doméstico por diferentes motivos. Por un lado por los habituales parones de selecciones, pero además este curso también ha habido dos semanas sin Liga por partidos coperos en fin de semana, las vacaciones de Navidad y tediosos intervalos de tiempo entre que se juega un partido en viernes y en la siguiente jornada en domingo o lunes. En total, el Granada ha sufrido estos parones en nueve ocasiones y las estadísticas son muy negativas para los intereses nazaríes: cinco derrotas y cuatro empates después de estar un prolongado período de tiempo sin competición. Y ahora, el domingo, en el debut de Karanka en Los Cármenes frente al Celta, el conjunto de la ciudad de la Alhambra volverá a acumular once días sin jugar. Es el momento, sí o sí, de que el nuevo técnico rompa de una vez esta temporada el "maleficio de los parones".

Por el motivo que sea, al Granada no se le ha dado bien este curso acumular diez o más días sin jugar. Todo comenzó allá por el mes de agosto. Aunque el inicio del curso no fue positivo para los hombres de Robert Moreno, un parón por selecciones obligó al Granada (y a todos los equipos) a estar más de dos semanas sin competir. El 13 de septiembre se reanudó la Liga y los nazaríes cayeron como locales frente al Betis (1-2). Un mes más tarde, nuevo parón por selecciones y, a la vuelta, el 22 de octubre, el Granada rascaba un empate frente a Osasuna (1-1). Peor suerte tuvo, si bien es cierto que la derrota entraba dentro de la lógica, en la visita del Real Madrid. Los de Ancelotti vencieron por un contundente 1-4 tras otro parón de selecciones que al Granada le duró otras dos semanas (del 6 al 21 de noviembre). Y antes de acabar 2021, nueva muestra de que la inactividad no sentaba bien al equipo en Liga: empate en Cádiz (1-1) después de haber jugado la anterior jornada en viernes y la visita a tierras gaditanas ser en domingo.

Ya en 2022, las vacaciones Navidades tampoco sentaron bien en tierras granadinas. El 2 de enero, y después de diez días sin jugar, el Granada sumó un empate a domicilio contra el Elche pese a contar casi toda la segunda mitad con un futbolista más. Y ese mismo mes, motivado por una jornada copera en fin de semana, el Granada estuvo doce días sin jugar para caer goleado en el Coliseum el 20 de enero frente al Getafe (4-2). Más tiempo pasó entre la derrota en casa contra Osasunas (0-2) del 23 de ese mismo mes y el siguiente encuentro el 6 de febrero, pero con mismo resultado: derrota en la visita al Bernabéu, aunque por 1-0. El motivo, en ese caso, un parón por selecciones que se repitió un mes más tarde y que tampoco significó la victoria del Granada a la vuelta a la competición el 3 de abril (empate contra el Rayo Vallecano ya con Torrecilla en el banquillo). Y el último precedente no pudo ser más negativo. En este caso la inactividad fue tras haber jugado la jornada anterior en viernes y la siguiente en domingo. El Levante goleó al Granada (1-4) el 17 de abril, lo que precipitó la salida de Torrecilla y la llegada de Karanka. El domingo, el técnico vasco tiene la oportunidad de romper ese "maleficio de los parones" frente al Celta. Será once días después del último encuentro disputado por el Granada, con la final de Copa del pasado sábado como causa. Es el momento adecuado para dejar atrás una estadística negativa que no tiene lógica, pero que ha lastrado los intereses granadinos. De no ser así, la permanencia estará todavía más complicada...