El Elche vive el mejor momento deportivo desde hace 44 años
Desde finales de los 70, los franjiverdes nunca habían logrado encadenar tres temporadas consecutivas en Primera; el proyecto de Bragarnik avanza con paso firme.
El Elche vive el mejor momento deportivo desde hace 44 años. Con 38 puntos en su casillero, a falta de cinco jornadas por disputarse, el equipo que dirige el técnico Francisco Rodríguez está a las puertas de la salvación matemática, lo que le permitiría seguir en Primera División por tercera campaña consecutiva. Esta situación no se disfruta en tierras ilicitanas desde finales de la década de los años 70.
La actual es para el Elche la temporada número 23 en la máxima categoría. Entre los años 60 y los 70, se acumularon 17 en Primera División. Fue la época dorada para el club, que logró codearse entre los más grandes del fútbol español. Eran los tiempos de Altabix y de aquella magnífica mezcla de futbolistas nacionales y sudamericanos que levantaron a un Elche grande, logrando como mayores hitos enlazar 12 temporadas consecutivas en Primera, alcanzar una final de Copa en 1969, proclamar a Vavá como Pichichi en 1966, sumar números para jugar en Europa (hecho que no pudo consumar porque la ciudad no tenía feria) y proyectar a varios jugadores de su cantera a la selección nacional.
Ahora, con el empresario Christian Bragarnik al frente, el Elche ha superado la fase de consolidación en Primera División para afrontar un horizonte más esperanzador si cabe. La última vez que estuvo más de dos campañas seguidas en la elite fue en el tramo comprendido entre la 73/74 y la 77/78, con aquel Elche de los también argentinos Marcelo Trobbiani, Mario Finarolli, Juan Gómez Voglino, Rubén Cano o Jorge Dominichi, entre otros muchos. También los hubo uruguayos, hondureños, peruanos y, especialmente, paraguayos durante esos años gloriosos en blanco y negro que supieron formar una familia que hizo historia en Altabix.
El Elche disfruta, en la actualidad, del mejor momento deportivo y económico de su época moderna, con las cuentas saneadas y una estabilidad que ha permitido olvidar los conflictos judiciales para centrarse, exclusivamente, en lo que ocurre entre la pelota y el verde. Por delante quedan proyectos por confirmar como la nueva ciudad deportiva o la remodelación externa del Martínez Valero (la interna ya es un hecho) y con la continuidad en Primera División el horizonte se presenta más esperanzador que nunca.