El Oviedo no se fía de la endeblez del colista
A pesar de que el Alcorcón ya haya confirmado su descenso, los azules quieren evitar un partido trampa tras el subidón anímico del derbi asturiano
Después del subidón del derbi, un partido con trampa. El cambio de actitud del choque con más picante del año a otro en el que se visita a un equipo descendido puede ser peligroso para un equipo como el Oviedo que afronta la recta final de la competición en pena pelea por conquistar el sexto puesto de la tabla. Por eso, desde el vestuario carbayón se insiste esta semana, así se escucha día a día en El Requexón, en que no puede haber ni el más mínimo rastro de relajación. El choque ante el Alcorcón es otra final por estar en la promoción de ascenso para los de Ziganda.
Y lo afronta el equipo azul con las mejores garantías. No solo ya por el derbi asturiano, otro que cae del lado de los azules, la tónica de los últimos años. Sino porque además el equipo atraviesa su mejor momento de la temporada. Son ya cuatro victorias seguidas. Y la racha es aún más larga, pues los de Ziganda han sumado 16 de los últimos 18 puntos en juego. No hay ningún equipo en la categoría que iguale esos números en esas seis semanas.
Al gran momento se suma la mano firme de Ziganda, que ha sabido explotar las cualidades de sus hombres, además del momento dulce de varios de los futbolistas llamados a marcar las diferencias. Borja Bastón es la mayor referencia, el hombre gol, el jugador más reconocible. Pero no es el único que destaca en este Oviedo.
La labor de Gastón Brugman es cada vez más destacada. Manda, construye y trabaja cuando es necesario. Es esencial en el sistema de los de Ziganda. En El Molinón volvió a demostrar por qué, al ser el futbolista del Oviedo que más balones tocó durante el partido y el que más pases bien dio.
Borja Sánchez es otro de los que está mostrando su mejor versión en este tramo final. Decisivo desde la izquierda es el mejor asistente del equipo. Y el destino habitual de balones cuando el Oviedo ataca, siempre escorándose hacia la banda izquierda, donde se posa el canterano.
Y junto a ellos, la firmeza de una línea defensiva que ha sido una de las más firmes del campeonato desde el primer día. Costas y Calvo son los líderes y los laterales, ocupados ahora por Lucas y Cornud, aportan en ataque y sufren poco en defensa. El galo, por ejemplo, fue decisivo en el choque ante el Sporting del sábado.
Un sistema con continuidad
Una de las cosas que deja claro el derbi es que Ziganda parece haber dado con la tecla de cara a los partidos fuera de casa. El 4-4-2 del Tartiere da paso a un sistema parecido, aunque con matices. En El Molinón, como ya sucediera en otros escenarios como Cartagonova, Obeng se quedó en el banquillo y fue Javi Mier el que formó arriba con Bastón.
En realidad, la función del canterano es más de enlace con el centro del campo que de hombre de área, como sí hace Obeng. La fórmula le está dando el resultado esperado al Cuco, que ve cómo la inclusión de Mier hace que el equipo pise área rival en la presión y que, ya con la pelota, cuente con un elemento más en el centro del campo para hacer daño a las defensas rivales. Además, Mier es de los que se faja a la hora de trabajar en la fase defensiva. De cara a la cita en Santo Domingo, parece que el ovetense repetirá en el once inicial de los azules.