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LEVANTE

Alessio Lisci cambia el rumbo del Levante

El técnico italiano suma 18 puntos en 17 jornadas, por los siete de Paco López y Javier Pereira en las primeras 15 fechas. Con él han llegado los únicos cinco triunfos del curso.

Alessio Lisci.
ALBERTO IRANZO

Alessio Lisci aseguró sentirse entrenador de Primera División en la previa del encuentro ante el Granada, el más importante de la temporada y saldado con contundencia (1-4) para dejar la permanencia a cuatro puntos con las últimas seis jornadas por disputarse. El italiano heredó un equipo en ruinas, con tan solo siete puntos en las primeras 15 fechas de campeonato, firmadas por Paco López (8) y Javier Pereira (7). En 17 partidos, con Alessio se han conseguido las únicas cinco victorias de la temporada (Mallorca, Atlético de Madrid, Villarreal, Elche y Granada) y suma 18 puntos de los 51 posibles. Más del doble de puntos que sus antecesores en el cargo.

La primera victoria ante el Mallorca, más allá del acierto de Soldado y Morales en momentos puntuales, se fraguó con la defensa impar de Lisci, protagonista en la reacción del equipo. Cortando así la peor racha encuentros sin vencer en la historia de LaLiga. Tras dotar al equipo de cierto equilibrio, acumulando hombres en la línea de la retaguardia y aprovechando las virtudes de los principales activos de la plantilla al espacio, los triunfos han llegado cuando el equipo ha sido capaz de cortar la sangria de goles en contra (ya van 62 goles en lo que va de curso).

En las cinco victorias de la temporada, el equipo tan solo ha encajado un gol y fue el pasado domingo en Granada (1-4). Mallorca (2-0), Atlético de Madrid (0-1), Elche (3-0) y Villarreal (2-0) no pudieron marcar a un Dani Cárdenas asentado en la portería. Sin duda, una de las claves para mantener vivo el sueño de la permanencia. A sus 36 años, el entrenador más joven de LaLiga, y llegado casi por casualidad a la élite (su momento ha llegado antes de lo esperado), ha cambiado por el completo el rumbo de un Levante abocado al descenso. A cuatro puntos del sueño de la permanencia, el levantinismo cree más que nunca.