El Espanyol de Vicente Moreno, contra su alergia primaveral
Los pericos tratarán ante el Atlético y en lo sucesivo de desmarcarse del bajón de puntos sucedido hace un año tras el ascenso, ahora con la permanencia.
Frente al frenesí, rematado con cierta indignación, con el que ha transcurrido la semana del Atlético de Madrid –apeado este miércoles de la Liga de Campeones por el Manchester City–, el Espanyol es una balsa de aceite inusitada tras días de nervios e incluso de terremotos institucionales. La victoria del pasado domingo ante el Celta (1-0) ha aliviado a la parroquia perica y ha certificado virtualmente la permanencia, pues suman los de Vicente Moreno 39 puntos. Pero también supone un arma de doble filo.
Llega la visita al Wanda Metropolitano, ya de por sí espinosa frente a un Atlético eliminado en Europa y apartado de la tercera plaza por su derrota el fin de semana contra el Mallorca (1-0), en una circunstancia similar al tramo final de la temporada anterior. En aquella ocasión, a falta de cuatro jornadas alcanzaba el Espanyol el ascenso a Primera matemático, tras empatar ante el Real Zaragoza (0-0). Y, pese a los deseos de seguir siendo competitivos, y de conquistar un título de Segunda que finalmente llegó de rebote, los resultados se desplomaron.
Ahora el objetivo es “acabar lo más arriba posible”, y realmente la jornada arranca con la séptima plaza –que puede dar acceso a la Conference League– a siete asequibles puntos, pero el riesgo es latente. Le quedan a los pericos siete partidos para desmentir lo que sucedió hace un año, cuando pasaron de enlazar 15 jornadas invictos, con el 73’3% de los puntos hasta la salvación, a conseguir solo cuatro puntos de los últimos 12, un 33’3%, con derrotas tan sonadas como el 0-2 con el Cartagena o el 1-0 final en Alcorcón, en que paradójicamente se festejó el campeonato. En manos del equipo está.