Bale aún tiene faena
El galés se persona como la alternativa a Benzema cuando el lionés necesite descanso. Todo apunta que se despedirá del madridismo sobre el campo.
Y Bale, al fin, apareció en el Bernabéu y todo apunta que no será la última vez. El galés llevaba sin personarse en el coliseo blanco desde el 26 de febrero de 2020. Una ida de octavos de la Champions ante el City en tiempos prepandémicos (1-2). Ese fue el último choque del de Cardiff en 'su' estadio. Hasta este sábado ante el Getafe. La afición fue juez, jurado y casi todos verdugos en el retorno de Gareth. Entró en el 74', para dar descanso a Benzema. Como delantero centro, como declaración de intenciones de Ancelotti. Si muchos pensaban que no haría falta ni cuentagotas para aglutinar sus apariciones con el equipo blanco de aqui al final de su contrato el 30 de junio, su técnico tiene otros planes. Carletto ha convertido a Bale en su '9' de guardia.
Para muestra, varios botones. Lejos quedan aquellas tres primeras jornadas ligueras frente Alavés, Levante y Betis, donde Bale y Hazard escoltaban a Benzema en el tridente de ataque. Bale aparecía como extremo derecho en aquellos dibujos, logrando incluso su único gol del curso como madridista (con Gales lleva cinco y una asistencia) ante los granotas. Desde entonces ha disputado dos partidos de Champions League (idas ante PSG y Chelsea) y dos de Liga (Villarreal y Getafe). En los cuatro hay un denominador común: ha jugado como '9'.
La verdadera alternativa
No son muchos minutos, 97', pero es significativo. Y es que en la única ocasión de las cuatro que no había otra alternativa era esta última contra el Geta. Jovic tiene molestias en el tobillo derecho desde el último parón, mientras que Mariano desapareció de la convocatoria a última hora. "No se encontraba bien", dijo Ancelotti. Ante el conjunto groguet fue titular y cumplió, aunque no marcó, ante la ausencia de Benzema. ¿En el banquillo? Jovic, que le reemplazó en la segunda parte.
En el Parque de los Príncipes, con un Karim tambaleante, los últimos minutos como punta fueron para Gareth, mientras que el serbio se quedó a cero, como fondo de armario. Al igual que Mariano, cuando Ancelotti consideró que Benzema había hecho suficiente tras su cacareado hat-trick en Stamford Bridge. Así como tenía un buen número de papeletas de repetir la jugada de la Cerámica en El Clásico, pero Bale se borró del enfrentamiento ante el Barça por unas molestias que dos días después estaban enterradas en su primer entrenamiento con Gales. Y al cuarto día las cerró bajo llave, doblete a la Austria de Alaba mediante.
Su talento es indiscutible, pero es su compromiso para con el Madrid el que instaló la filarmónica en las gradas del Bernabéu cuando saltó al campo contra el Getafe. El 'Wales. Golf. Madrid. In that order', bandera en mano, celebrando la clasificación de sus Dragones a la Eurocopa, hizo mucho daño. Al igual que esa recuperación milagrosa postClásico. Pero, contrario a la creencia común, esa que aventuraba unos meses finales de balneario para preparar el asalto final a Mundial con Gales (jugarán en junio frente al ganador del Ucrania-Escocia, aplazado por la invasión rusa a territorio ucranio), Bale, quizá hasta para sorpresa propia, aún tiene faena con el Real Madrid.
Más de 100 goles
Ancelotti es consciente que, Benzema aparte, el futbolista con más gol de su plantilla es Bale. Jovic ha marcado tres tantos en 49 partidos con el equipo blanco. Mariano, 11 en 69. Públicamente, aun reconociendo que entiende los pitos de la hichada, el de Reggiolo ha dado un par de palmadas en la espalda al cardifiano. "Está listo para jugar, quiere terminar bien en este club. Salir al Bernabéu sería merecido y justo. Ha tenido problemas, no ha jugado últimamente pero ha entrado en la historia de este club con sus goles y sus triunfos", decía el italiano en la previa ante el Getafe, dejando entrever sus intenciones. Si al serbio y al hispanodominicano les acompañan problemas físicos en el tramo decisivo de la temporada, la duda deja de ser, si lo era, existencial.
Esta temporada solamente suma un tanto, pero los números del otrora Expreso de Cardiff son rimbombantes. 106 goles y 67 asistencias en 257 partidos con el Madrid. Superando incluso los que regaló a la afición spur en su doble etapa en Londres (72 tantos y 61 asistencias en 237 partidos: parte de ellos, eso sí, como lateral). Ha inscrito su nombre con letras doradas en momentos clave, erigiéndose como un futbolista de chispazos de tronío: la galopada contra Bartra en la final de Copa ante el Barça, su cabezazo en la final de Lisboa o su doblete en 2018 frente al Liverpool. Ancelotti es consciente que ese jugador queda lejos, pero, a la hora de la verdad, está demostrando que la primera alternativa a Benzema no es Jovic ni Mariano. Es un Gareth Bale que podría someterse de nuevo a juicio el martes frente al Chelsea...