Las Palmas se establece fuera de Gran Canaria

Incluso en su mejor momento clasificatorio, jornada 14 cuando alcanzó la tercera posición en la tabla, la U.D. Las Palmas arrastraba un hándicap que le impedía acceder a los puestos de ascenso. Con una victoria en seis partidos, los partidos fuera de casa, se destacaban como el talón de aquiles de los amarillos.

Tuvo que iniciarse la segunda vuelta, para que los grancanarios sumaran su segunda victoria a domicilio, precisamente en el derbi canario. Sin embargo, en el siguiente desplazamiento ante un Fuenlabrada en caída caída libre, los amarillos volvieron a sumar una derrota.

Pepe Mel no superó la resaca de ese encuentro y García Pimienta se haría cargo del equipo. De los argumentos que se esgrimía desde las oficinas de Pío XII era precisamente el rendimiento como visitante.

Con el cambio del entrenador se esperaba una mejora notable en los registros lejos de Gran Canaria. En ese punto de la temporada, los amarillos marchaban octavos a 3 puntos de la promoción. En virtud de los 11 puntos en 12 partidos como visitantes, promediaban 0,9 puntos por encuentro fuera de casa.

A partir de ahí, los amarillos han explotado como visitantes. En total de los cinco partidos disputados suma 10 puntos, el que más desde que García Pimienta se hiciera cargo del equipo, junto al Real Valladolid. Y su promedio de puntos por partido se ha incrementado en 1,1 por encuentro hasta llegar a los 2 puntos.

Por tanto, ha sido fuera de casa donde los pupilos de García Pimienta han conseguido aguantar el tipo y lo han usado como piedra fundacional de la reconstrucción de la temporada amarilla.