"El proyecto debe ser crecer, que no sea ya veremos qué pasa"
La brújula del Espanyol no considera primordial su renovación, advierte que “el problema no será económico” y es ambicioso. "Nunca estaré más feliz que aquí", afirma.
Queda claro, escuchando a Sergi Darder, que renovaría mañana mismo por el Espanyol, con el que le queda un año más de contrato, hasta 2023, y que en las negociaciones pesará mucho más el proyecto que el dinero. La ambición del club, por un lado, y el estatus de responsabilidad, por otro. El que hace tiempo lleva mostrando sobre el césped y que también traslada a la sala de prensa, como la de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, donde compareció este miércoles.
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“No lo considero primordial”, contestó lacónicamente sobre su renovación, en la primera pregunta de la conferencia de prensa telemática. Y añadió: “Me queda un año, estoy tranquilo y todo el mundo sabe que estoy contento en el Espanyol. Si se cerrase mañana, mejor, pero no depende de mí, son más cosas de los agentes y del club. Si se cierra en las vacaciones, podré estar más relajado, pero no es algo que ni mucho menos me preocupa”.
Entre el yin y el yang, la tranquilidad y las ganas de seguir, se mueve un Darder que dejó claro que “el problema no será económico, ni mío ni del club. Creo que el club quiere que me quede, y no sé si me quedan uno o cinco años, pero sí sé que si un día me tengo que marchar no estaré tan feliz como aquí. El club debe valorar qué proyecto tiene, qué estilo, y si cuenta conmigo o no. Estoy muy contento aquí, pero será una cosa más del club que mía”, reconsideró.
Así que, como quiera que el dinero no será problema, se le cuestionó a Darder por cuál debería ser el proyecto del Espanyol. Y no puede tenerlo más en la cabeza: “Crecer. Lo más importante es que todos miremos hacia arriba. La intención del club debe ser la de crecer con los años”, lo que matizó: “No debemos olvidar que venimos de Segunda. Ojalá podamos volver a Europa, para eso vine y lo conseguí, pero tenemos que saber de la dificultad de ir”. Y volvió a mirar hacia arriba: “Que el objetivo no sea ya veremos qué pasa. Todos tenemos margen de crecimiento, para aspirar a más y ser más ambiciosos con lo que venga en el futuro”.
En ese codicioso proyecto que el canterano tiene en mente, no quiere sentirse “el centro de atención”, pero sí una pieza clave, mucho más allá de los 90 minutos de cada partido. “Otros años me escondía más de esas responsabilidades, que creía que le correspondían a otros, pero ahora me siento preparado. No solo, acompañado, y tenemos a Raúl (de Tomás) que es la imagen, y tenemos cuatro capitanes importantes. Me gustaría ser importante porque me siento preparado para ello”, aseguró.
“El VAR muchas veces no está ayudando”
Y con un margen de crecimiento personal que puede abrirle al fin las puertas de la Selección española –“fue una alegría controlada cuando me dijeron que estaba en la prelista, y que mi nombre esté en las quinielas ya es la hostia (sic.)”, reconoció–, atendió Darder la más inmediata actualidad.
Como la derrota en Anoeta ante una Real Sociedad dominadora pero que deja la lectura de que “ofensivamente nos debemos exigir un poco más”. Como los pobres resultados a domicilio, de los que extrae la conclusión de que “fuera nos falta la valentía y personalidad que en casa la afición nos empuja a tener”. O como el próximo encuentro ante el Celta, para atar la permanencia “y que sea solo el primer paso”.
Pero sobre todo habló alto y claro el centrocampista sobre el VAR, que el lunes no pudo entrar en la decisiva acción del penalti de Fernando Calero sobre Mikel Merino. “Cada árbitro tiene su manera de pitar, igual que hay jugadores más técnicos o más físicos”, razonó. “Pero es verdad que el VAR está para ayudar y muchas veces no lo está haciendo. Con el tiempo irá mejorando. No es una buena norma que si hay contacto no pueda entrar el VAR, porque el fútbol es un deporte de contacto. Se quejan muchos equipos, me gustaría que se unificara. El VAR debería ayudar un poco más”, sentenció Darder.