El Barça aún confía en Dembélé: "La moneda está en el aire"
Tras la reunión el lunes entre Alemany y Sissoko en Marrakech, las posturas siguen muy distanciadas, pero se reconoce un acercamiento por la expresa voluntad del jugador en su continuidad.
"La moneda está en el aire". De esta forma tan gráfica describen en el club la situación actual de las negociaciones para renovar a Ousmane Dembélé. La cumbre que mantuvieron el director de fútbol del Barcelona, Mateu Alemany, y el agente del francés, Moussa Sissoko, el pasado lunes en Marrakech, no sirvió para llegar a un acuerdo, pero tampoco se dieron las negociaciones por rotas, abriendo la posibilidad de nuevos encuentros, lo que permite al club albergar una esperanza de que finalmente se acabará renovando al jugador. Y es que desde el Barcelona se reconoce que ha habido un cambio evidente de estrategia por parte de Sissoko, sobre todo forzado por la voluntad inexcusable de Dembélé que desea seguir, ya que se ha pasado de la intransigencia más absoluta a una postura mucho más conciliadora y abierta a las negociaciones por parte del representante.
En todo caso, desde el Barcelona se reconoce que las diferencias siguen siendo insalvables todavía, principalmente a nivel económico: entre ficha, prima de fichaje y comisiones, la operación se acerca a los cien millones de euros, una cifra que el club blaugrana considera totalmente desproporcionada e inalcanzable.
Pero, al menos, la voluntad de ambas partes es seguir hablando en busca de un acuerdo, algo que hace unos meses parecía totalmente inviable. De ahí que en el Barcelona se reconozca que se ha pasado del escepticismo más absoluto a un optimismo moderado respecto al futuro de Ousmane.
El principal argumento que tiene el club para alentar a la posible renovación del jugador es que Dembélé ha manifestado, tanto a los técnicos como al club, que su prioridad es seguir en el Barcelona. Su buena relación con el entrenador Xavi Hernández, la llegada este enero de su 'amigo' Pierre Emerick Aubameyang, la consolidación de un proyecto ganador donde se siente importante y el cambio de actitud de la afición en las últimas semanas, que ha transformado los pitos en aplausos, han dado un vuelco radical a la situación.
El Dembélé de enero, apartado y señalado, no tiene nada que ver con el Dembélé de ahora, valorado y querido. De ahí, que ahora mismo, Sissoko esté más obligado que nunca a escuchar al club y buscar un punto de encuentro que satisfaga a todas las partes.
La continuidad de Ousmane modificaría en parte los planes de la secretaría técnica, ya que Adama Traoré o Raphinha caerían inevitablemente de la ecuación. Según adelantó AS, los técnicos tienen informes muy positivos del extremo brasileño del Leeds, por lo que su fichaje no dependería del futuro de Dembélé. En cambio, en el caso de Adama, la situación se presume más complicada, ya que el club no piensa ejecutar en ningún caso la cláusula de 24 millones de euros de compra por un jugador que finaliza contrato el próximo año.