Este Racing solo sabe ganar
Cedric, octavo gol en cinco partidos, sentenció en el 89' un partido trabado pero en el que el Racing fue el único que quiso ganar y que tuvo ocasiones
El Racing suma y sigue. Cedric, otra vez, sí, y en la recta final del partido, otra vez, sí, pero con merecimiento indiscutible. Fue el único de los dos equipos que quiso ganar en Matapiñonera y, aunque no estuvo fino con el balón, todas las ocasiones que hubo en el choque fueron suyas y al Sanse, que jugó al 0-0, confiando en tener una, le salió el tiro por la culata en el 89'.
En la primera parte pasaron pocas cosas. Se hizo larga, pero apenas sucedieron cosas dignas de mención. Marcos Jiménez, como hizo en Santander, modificó el sistema habitual del Sanse y apostó por meter tres centrales y por delante de ellos, muy juntos y más destinados a defender que a crear, colocó a Borja Sánchez (al que el árbitro perdonó una amarilla en el 1', tal era la fiereza con la que salía el 21 local) y a Dani Molina. El objetivo de esos cinco era ahogar a Pablo Torre y a Cedric. Y lo lograron a lo largo de toda la primera mitad.
Una ocasión marrada por Satrústegui, que no acertó a embocar un mal despeje de Bañuz en un saque de esquina en el 16' y un tirito mal intencionado de Bustos en el 33'..., poca cosa. El Racing quería atacar más que el Sanse, pero la imprecisión típica de los que no están acostumbrados a la hierba artificial se notaba en cada control y en cada pase de los de Romo. Parera apenas tuvo que andar rápido para adelantarse a un par de balones que andaban sueltos por su área.
La segunda mitad empezó con un toque mágico de Pablo Torre, que hizo tres sombreros dentro del área y acabó propiciando una buena ocasión de Unai Medina. Parecía una promesa de mejor fútbol, pero resultó un espejismo. El juego seguía trabado y, pese a que Marcos Jiménez remodeló su equipo con lo que parecía algo más de ambición, los de San Sebastián de los Reyes no crearon ni una sola ocasión. El Racing tampoco parecía tener prisa y, aun mereciendo más que el rival, daba la sensación de no querer quemar las naves. El empate, con la ventaja que llevaba, no parecía un drama.
En la recta final del partido entraron Javi Vázquez y Sergio Marcos, que vinieron bien, y en el 89' los de Romo tuvieron el premio a eso que su míster llama "las intenciones": Soko y Cedric, que han tenido mejores días hilvanaron una acción, con la colaboración imprescindible de Sergio Marcos, que pleno de sangre fría supo pararse dentro del área, rodeado de rivales y se la dejó al nigeriano de cara. Y Cedric, ya saben, las mete todas. Justo premio al Racing y a su afición, que dobló en número a la local y no paró de animar un solo minuto. Ahora es el turno del Depor y el Rayo Majadahonda. Veremos como acaba la jornada.