Marcelino: "Posiblemente ya hubiera renovado si siguiera Elizegi"
"Me llena entrenar en el Athletic. Ya veremos lo que pasa, lo normal es que la directiva entrante pueda elegir a otro entrenador nuevo", lanza ante las nuevas elecciones.
"Me llena entrenar en el Athletic. Los jugadores, como declaran, se sienten a gusto en el trabajo, hemos incorporado gente joven y otros se han revalorizado. Estamos satisfechos y muy orgullosos y la aceptación de la plantilla", señala Marcelino García Toral que declara que mantiene un vínculo muy estrecho con la actual cúpula del club: "Tengo una relación extraordinaria con Elizegi y Alkorta", reconoce y lo argumenta: "Me transmiten confianza, seguridad, sinceridad y transparencia y yo intento corresponderles", enumera.
Pesa mucho que el actual presidente no siga en verano y que, posiblemente, Alkorta, tampoco, a la hora de su propia continuidad al frente del primer equipo. Las inminentes elecciones sentenciarán: "Por supuesto, posiblemente ya hubiera renovado si siguiera Elizegi. Ellos fueron los que apostaron por mí", lanza sincero. "En este momento se da, en el futuro no sé si se dará", señala. El actual presidente se lo pide, pero considera que el contexto es diferente en la previa de los comicios al sillón de Ibaigane: "Es una situación nueva, con un presidente nuevo y una Junta nueva, puede que haya otro director deportivo, ojalá siga Rafa. Ya veremos lo que pasa, lo normal es que pueda elegir a otro entrenador nuevo". Marcelino insiste en que "deben tener el campo libre para decidir las personas idóneas para dirigir al equipo en entrenador, y en gestión. Mi obligación es estar a un lado. Si le persona entrante considera que lo soy, se hablará y habrá que ver si estamos de acuerdo con lo que plantean y ellos con lo nuestro", despeja ante un panorama nada claro.
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Marcelino se dispara en algunas quinielas de plantas nobles: "Siempre es halagador que en el Atlético o la Selección" salga su nombre como futurible: "Sería un privilegio entrenar a España", reitera, pero se siente "muy bien en el Athletic, no pierdo ni un segundo en esto. Estamos fenomenal en el Athletic", subraya. Es más, añade que no concibe "un Atlético a medio plazo sin Simeone por sus resultados y en la Selección está un grandísimo entrenado con un Mundial por delante atractivo", zanja sobre estas dos atractivas vías.
Marcelino se considera un privilegiado, encantado en Bilbao: "Me siento muy agradecido del trato que recibo en la calle, me río porque hay comentarios que te alegran y se convierten en jocosos", señala y matiza que "sentirse querido es lo mejor y así me siento así desde mi llegada. Los vascos y asturianos tenemos similitudes en carácter". Las instalaciones de Lezama allanan su bienestar en el club: "Es una pasada, es maravilloso y con esta reforma es, si no la mejor, de las mejores de España y Europa. Los campos, el edificio del primer equipo, la residencia, el pabellón, todo súper cuidado, el entorno no puede ser mejor", reconoce.
Los jóvenes son el reto de Lezama, su formación integral es vital en este peculiar club para cimentar su futuro: "No es llegar y besar el santo, hay un proceso normalmente. No quemar a los futbolistas demasiado rápido y que sea cada vez más sólido mental y futbolísticamente. En el Athetic cualquier paso en falso influye en el rendimiento del equipo. Hay competencia con la Real Sociedad y dificulta la capacidad de captación", reconoce en una entrevista en Onda Vasca. "Convencer es imposible, lo hago en el ánimo de ayudar para que sean cada vez más fuertes, que sagan fortalecidos de las situaciones de dificultad".
Una caseta obediente con el cuerpo técnico por su tronco común y conocerse desde las categorías inferiores en su gran parte. "Es un gran vestuario, no me gusta la palabra obediente, la obligación es respetar al entrenador y a la profesión. Se llevan muy bien, es respetuoso, muy trabajador, que tiene una gran convivencia entre ellos", desvela. Desliza, como ya hizo con Córdoba o Morcillo, que "si alguno no se encuntra cómodom facilitamos la salida, estoy encantado con este vestuario". No es un cuerpo técnico afable, más bien exigente: "Intento hablar con todos. Cuando era jugador y veía que los titulares entrenaban en un campo y los suplentes en otro. Me tocaba más entrenar en el otro campo, y desde que soy entrenador me propuse que eso nunca iba a ocurrir. Aunque el hecho de elegir significa discriminar con los once. El resto de la semana intento que todos los futbolistas se sientan como los demás", relata de su rutina en las sesiones. Lo de fracaso, que tildan desde el entorno algunos si el equipo no se sumerge en Europa, Marcelino sostiene que "los que hablan de fracaso, normalmente, son unos fracasados".
Repasa el tema Capa, una decisión técnica, lo reitera: "Quien dice que no juega porque no renueva, miente y no me conoce. No jugaría De Marcos o Balenziaga hasta ahora. Ni el club me indica que no juegue. Llevo 20 años como profesional y siempre he tomado las decisiones más justas. Si Capa no juega es por la acumulación de futbolistas en esa demarcación y considero que hay futbolistas mejores que él en esa posición. En su momento se lo comento y le trato como uno más. Es una situación muy complicada la que está viviendo, los que quieran ver otra situación están mintiendo". Reconoce que le gustan los "automatismos" que le permite un esquema de cabecera 4-4-2, aunque elástico por las características de sus jugadores.