El Clásico confirma a Haaland
Ancelotti volvió a demostrar la poca confianza que tiene en Jovic y Mariano. Que Benzema tenga un recambio ya no es necesario, sino urgente. El Madrid subirá una marcha.
Haaland sí; Haaland no. Un debate que, tras el Clásico, ya es otro. Porque la sangría del Barcelona en el Bernabéu, más allá de generar heridas y levantar ampollas, también ha destapado lo que ya era conocido, pero ahora es evidente: tras Benzema... Hay un abismo. Si no está el francés, el Madrid es otro. Porque la confianza de Carletto en Jovic y Mariano es tan escasa -por no decir nula-, que el pasado domingo llegó a apostar por un experimento como Modric de falso nueve; y le salió mal, muy mal. El ejercicio de innovación acabó en harakiri.
Y demostró que el Madrid necesita un delantero centro este verano. Confirmó, a ojos de Florentino, que hay que subir una marcha por Haaland. Porque Benzema seguirá, pero en diciembre cumplirá 35 años y las lesiones, a esas edades, aparecen más de lo que gustaría. Lógico. "Tiene 34 años y esto podía pasar...", llegó a decir Ancelotti en la rueda de prensa previa al Clásico. Nada se le puede achacar al francés; 'bastante está haciendo', dirán algunas voces. Pero el plan del Madrid sufrió un giro de 45º el domingo. No revolucionario, pero sí notable. Ya que la palpable necesidad de traer un recambio de garantías para Karim evolucionó a urgencia.
Y ahí aparece, de nuevo, Haaland, al que el Madrid deseaba traer no este mercado, sino el siguiente. Pero ese desiderátum está empezando a teñirse de utopía. Según el entorno del noruego, la puja se reduce -a estas alturas- a una pelea entre City y Real Madrid. Una lucha de gigantes que uno deberá ganar. Los ingleses lo quieren como estrella y le ofrecen prácticamente un proyecto en torno a su figura, incluso ofreciendo a Gabriel Jesús como recambio en algunas ofertas. El Madrid, por su parte plantea su llegada en un doble golpe Mbappé-Haaland. Una operación Galáctica que partiría el fútbol europeo.
Las condiciones del noruego encajan a la perfección en el proyecto blanco. Con dos balas a los costados como Kylian y Vinicius, él aportaría la pólvora dentro del área. Ha demostrado que de olfato va sobrado y, más allá de la garantía del gol, también brindaría polivalencia. Porque si con Benzema habría un delantero de movilidad, con Erling, una referencia pura. Un gigante al que poder servirle desde balones al espacio (pese a medir 1,94 metros, va sobrado de velocidad), como aéreos. Con el noruego el Madrid sacaría punta a sus ya afiladas garras.
Florentino tomó nota
Y es que, como informó la Cadena SER, el presidente presenció el pasado domingo con una dolorosa prueba que el equipo no puede subsistir sólo con Benzema. Y asumió que lo que toca ahora es "apretar más" el pulso. "Florentino se ha dado cuenta de que el Real Madrid no puede ir por los mejores campos del mundo sin delantero cuando no está Benzema. Se ha dado cuenta y el Real Madrid va a apretar mas en serio por Haaland", se explicó. El Clásico ha confirmado que el noruego hace falta. Y mucha.