Espantada con el 0-4
Miles de aficionados enfilaron la salida del Bernabéu tras el segundo de Aubameyang. Hubo algunos pitos en el descanso y aplausos a Camavinga tras una falta.
Fue una de las imágenes de la noche. Aubameyang empujó a la red el 0-4 y el Bernabéu no aguantó más. Al menos, una parte importante de él, que enfiló la ruta hacia la salida con la cabeza baja y un enfado mayúsculo. Incrédulos ante lo que estaban viendo. De las algo más de 60.000 personas que llenaron la guarida blanca en el Clásico, cerca de 10.000 se marcharon con lo que consideraron ya era la sentencia de la sentencia. El punto y final a una noche que durará mucho tiempo.
Y complicada hasta el final. Ya en el descanso algunos aficionados pitaron al equipo como reprimenda por la mala imagen que se estaba mostrando, ante un Barça muy dominador que hizo sangre con dos goles en apenas diez minutos. No hubo reacción; sí más hemorragia. Y con 0-4 en el marcador, Camavinga cometió una falta sobre Busquets -que pareció dura y al final no lo fue tanto- muy vitoreada por una parte de los aficionados.
Con el capitán del Barça dolido y tendido sobre el suelo, Piqué respondió al jolgorio con aplausos de sarcasmo, mientras Éric García, rápidamente, le secundó imitándole. El suceso quedó ahí. Y el Bernabéu, a esas alturas, ya apenas tenía un 40% del aforo total permitido, luciendo un aspecto desangelado con el Madrid intentando buscar, sin acierto, el gol del honor.