Un Granada de fogueo

La alarmante falta de gol del Granada está siendo uno de los factores clave en esta paupérrima racha de resultados que tiene al conjunto nazarí al borde del precipicio y sumido en una preocupante crisis. Encadenan diez partidos sin ganar y no saben lo que es vencer en este 2022. Unos números que la lapidado el buen colchón de puntos que tenía sobre el descenso, que está ya a sólo una unidad. Y el gol está siendo clave. En estos diez partidos ha marcado cinco goles y sólo uno ha servido para sumar un punto, ante el Barcelona. Los dos frente al Getafe, el del Villarreal y el del Valencia no sumaron puntos. Y estos dos últimos, además, fueron uno de penalti y otro en propia puerta.

No empezó mal el 2022 de cara a portería. De hecho, tras el empate sin goles frente al Elche en tierras ilicitanas con ocho tiros, cinco de ellos a puerta, el conjunto de entonces Robert Moreno marcó al Barcelona en el descuento (Puertas) para sumar un punto. El único gol de esta terrible racha que ha significado puntos. En ese duelo ante los azulgrana tiraron diez veces y cuatro de ellas fueron a portería. Más efectividad se tuvo contra el Getafe, a pesar de la derrota. El conjunto nazarí cayó por 4-2 con dos goles de Luís Suárez en los cuatro tiros que realizó sobre la portería rival de los seis en total (dos se fueron fuera). Pero desde entonces, el punto de mira se ha desviado y el equipo rojiblanco falla más que una escopeta de feria.

Contra Osasuna en Los Cármenes (0-2) tirar sólo cuatro veces, dos fuera y dos a puerta sin lograr perforar la portería contraría. Más tiros hizo en el Bernabéu (1-0), con seis intentos, tres de ellos sobre Courtois, pero sin lograr marcar. Ante la Real Sociedad en Anoeta (2-0) realizó hasta nueve tiros, pero esta vez sólo dos fueron sobre la portería rival. Preocupante ya fue el duelo ante el Villarrea (1-4) porque el conjunto nazarí lo intentó hasta en 20 ocasiones. Sí, 20 lanzamientos de los qiue sólo cinco fueron a portería, uno el tiro desde el punto de penalti de Luís Milla que significó el 1-2 que de poco sirvió. Ante el Cádiz con el hándicap de jugar con un hombre menos, los granadinos efectuaron seis tiros, sólo uno a portería. Peor fue ante el Valencia y eso que marcaron. Aunque lograron subir un gol a su marcador lo hicieron sin probar al portero rival, ya que fue en propia puerta y sin que los nazaríes lograsen tirar entre los tres palos en sus siete intentos. 

En el primer partido de Rubén Torrecilla al frente, el Granada generó ocasiones. De hecho, tiró hasta en 15 ocasiones sobre Edgar Badía, que cuajó un gran partido manteniendo su portería a cero. De esos quince intentos, cuatro fueron entre los tres palos, uno al larguero.

Con el punto de mira desviado, el Granada ha marcado en cuatro de los últimos diez encuentros. De hecho, ha efecturado 91 tiros y 30 han ido a portería, es decir, el 33 por ciento de sus intentos. Sin embargo, sólo ha marcado cada 180 minutos. Tira una media de 9,1 vez por encuentro. Pero el balón no entra. Y, ya se sabe, que el gol es el orgasmo del fútbol y sin él no hay alegrías ni victorias...