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LAS PALMAS

El final de la escapada

Las Palmas, a ocho puntos de la promoción, dice prácticamente adiós a sus objetivos ligueros marcados al inicio de la temporada.

El final de la escapada
Carlos Diaz-RecioDIARIO AS

Bastó una amarilla, la segunda de Mujica, para sacar a relucir la endeblez de Las Palmas y por certificar, prácticamente, la sentencia de la temporada los amarillos. El equipo que estaba sometiendo al Girona durante los 30 primeros minutos se vino abajo tras una chilena. De golpe dio la sensación que Las Palmas había perdido a muchos más competentes que a Rafa Mujica.

Los amarillos estaban ganándole la partida —y el partido— a los albirrojos desde el buen hacer, sabiendo dónde apretarles y recuperando la iniciativa más rápido y más arriba que lo que a los de Míchel le gustaría.

Sin embargo, nada de eso se vio con uno menos. El miedo a perder el botín hizo a García Pimienta juntar dos líneas de cuatro jugadores y poner a Jesé en modo lobo solitario en punta por si podía cazar alguna presa suelta. Algo que casi consigue, por cierto.

No obstante, era tal el asedio gerundense que incluso un 2-0 parecía insuficiente ventaja para un equipo visitante que de mantener la mima intensidad, derribarían una puerta —la de Valles— a la que estaban tocando con mucha recurrencia y facilidad. Y fue tanto el cántaro a la fuente, que no se sabía ya qué era cántaro y qué fuente, con unos locales desbordados achicando agua con cucharillas de café.

Así pues, con esta derrota, los amarillos culminan su fase de deconstrucción que comenzó en el partido del Zaragoza, en la primera vuelta, y que llega a su máxima expresión ante el Girona. Y que sirve con perfecta sinopsis de la temporada grancanaria. Un curso futbolístico en el que arranca pareciendo saber lo que quiere, sacando resultados, cometiendo un error y acaba Viera defendiendo las contras.

El partido deja dos grandes heridas, la primera, de muerte, la de la lucha de la promoción. De pelear por el ascenso directo, a pelear por la promoción, a estar en una situación —8 puntos de diferencia con el sexto en la jornada 31— en la que ningún equipo ha alcanzado nunca los playoffs.

La segunda, gravemente, el proyecto de García Pimienta y sus ramificaciones —tiene el contrato firmado también para la 22-23— con un equipo en caída libre desde su tercer partido y que tendrá que cambiar mucho la dinámica para conseguir el crédito suficiente que le permita acabar la temporada, en primera instancia, y comenzar la que viene, en segunda.

Teniendo en cuenta que cuando Las Palmas activa el modo devorador de banquillos es difícil pararlo. La última vez que se inició este ciclo fue el último año en Primera División. En poco más de temporada y media se sentaron a dirigir Manolo Márquez, Paco Ayestarán, Paquito Ortiz, Paco Jémez, Manolo Jiménez, Paco Herrera y Pepe Mel, quien consiguió para el frenesí de un club que alberga en el fondo un alma de ETT de entrenadores.