El Espanyol traslada la psicosis al otro bando 630 días después
La derrota ante el Levante de hace dos temporadas sentenció virtualmente el descenso de los pericos, igual que ahora una victoria en Orriols hundiría a los granota.
Era sábado, como el actual. Más caluroso, pero menos ruidoso que este en Valencia, inmersa ya la ciudad en las Fallas. Y el escenario no era Orriols, sino el RCDE Stadium. Pero los protagonistas, los mismos. Espanyol y Levante. Hace 630 días, concretamente el 20 de junio de 2020, se supieron los pericos equipo de Segunda, a pesar de que la clasificación y las jornadas restantes, ocho, arrojaban otra lectura. Ni las matemáticas ocultaban un inevitable descenso. Este 12 de marzo de 2020, y aún en la jornada 28, las tornas se han intercambiado.
Tienen los granota la permanencia aún al alcance, por los puntos que restan en juego y porque sus rachas no son tan demoledoras como las de aquel Espanyol, pero una derrota ante los blanquiazules puede resultar tan premonitoria como aquella en Cornellà-El Prat. Aquel 1-3 con goles de David López para los locales, y de Mayoral, Bardhi y Pedrosa en propia meta para los de Paco López, y con la expulsión de Leandro Cabrera. Hacía una semana que se había retomado la competición tras el parón de tres meses por la pandemia. Había empezado el Espanyol por derrotar al Alavés (2-0) y por empatar en Getafe (0-0). Pero la derrota ante el Levante le dejaba de nuevo a cinco puntos de la orilla.
Tan reales fueron las sensaciones que aquel Espanyol no volvió a ganar, que encadenó ocho derrotas y solo un empate –en la última jornada–, y hasta el tercer cambio de entrenador de la temporada. Ahora llega al Ciutat de València en circunstancias bien distintas, rehecho del descenso y el ascenso, y con la salvación tan cerca que será prácticamente un hecho en caso de victoria esta tarde. El mismo resultado que encendería todas las alarmas del Levante.