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BADAJOZ 3- DEPORTIVO 0

Santamaría abofetea a un Deportivo en caída libre

El Badajoz barrió a un Deportivo incapaz en ataque y débil en defensa. Santamaría firmó un doblete y Lapeña, en propia puerta, cerró la debacle coruñesa.

Santamaría, tras marcar el primero gol del partido ante el Deportivo.
Santamaría, tras marcar el primero gol del partido ante el Deportivo.RCD

 El Deportivo acudía al Nuevo Vivero con la imperiosa necesidad de ganar para reengancharse a la pelea por el liderato y salió del estadio pacense con la imperiosa realidad de que el equipo ha entrado en caída libre. El Badajoz, con todos sus problemas y su décimo puesto, le dio todo un repaso que deja a los de Borja Jiménez realmente tocados. Una victoria en siete partidos, cuatro derrotas en este mismo tramo. Terrible para un equipo que llegaba atascado en ataque y sale con un nuevo problema: fragilidad defensiva. Duro varapalo ante un Badajoz que sonríe desde la llegada de Isaac Jové y que ya suma seis jornadas sin perder para mirar de frente al playoff. Merecida victoria por planteamiento, ocasiones, dominio del partido, actitud y un Santamaría letal que con su doblete puso el broche de oro a la gran noche pacense.

El duelo ya arrancó con un Badajoz convencido y un Depor dormido, casi asustado, incapaz de juntar dos pases y recluido en su área. Las sensaciones, que a veces no coinciden con los hechos, sí se vieron plasmadas en el marcador esta vez, y pronto. Seis minutos fue lo que tardó Santamaría en martillear la portería de Mackay con un inapelable cabezazo a placer. Con el botín en el bolsillo, los locales dieron dos pasos atrás para darle el balón a un Depor que optó por una paciencia, que en realidad fue lentitud, en busca de alguna grieta. La encontró Miku a los 19 minutos, pero su remate se fue al palo para recordar que el gol parece empeñado en darle la espalda a los blanquiazules. Después del gafe, llegó la realidad: la incapacidad de generar ocasiones. Ninguna más hasta el descanso con un Miku desaparecido, un Soriano intrascendente, una circulación de balón a cámara lenta, un Noel siempre de espaldas y nulo peligro en la estrategia. Por el contrario, los locales, centrados en su partido, tuvieron una de Aquino, otra de Santamaría y una más de Zelu. Nulo Depor, nulo plan. Ordenado y peligroso Badajoz. La noche y el día.

El hundimiento del hasta poco líder obligó a Borja a algo inhabitual en él: agitar el árbol en el descanso. Quiles, William y Granero a escena. Mucho ruido y pocas nueces, porque Santamaría tardó tres minutos en volver a abofetear a un débil Depor. Esta vez no fue con la cabeza, fue con un disparo raso con la derecha libre de marca. Segundo mazazo para los coruñeses que lo acusaron hasta la médula, porque las ocasiones siguieron siendo locales. Porque los blanquiazules seguían siendo incapaces de generar peligro a pesar de la necesidad. A la debacle visitante y la fiesta local le quedaba un capítulo. Un gol en propia puerta de Lapeña tras un exquisito córner de Aquino para elevar la crisis coruñesa hasta el infinito.Semana para celebrar en Badajoz; semana de cuchillos largos en A Coruña.