ATHLETIC

Nico Williams se dispara con 35'3 km/h para rivalizar con su hermano y Vinicius

Hasta ahora, el récord del menor de la saga estaba en 35'1 Km/h, pulverizado con su espectacular galopada ante el Levante en San Mamés que acabó con penalti a Zarraga.

Nico Williams ante Jorge Miramón frente al Levante.
Javier R. Beltrán
Nacido en San Sebastián en 1969. Licenciado en Periodismo por la UPV. Ha trabajado en El Correo, edición La Rioja, Kiroldi, Mundo Deportivo en su delegación en Bilbao, Radio Bilbao (SER), AS cuando se fundó en 2006 la delegación del País Vasco, ElDesmarque, elcorreo.com y, de nuevo, en AS para participar en la coordinación de los equipos vascos.
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Nico Williams acaba de salir de una lesión muscular que recomendaba dosificarle en sus últimas apariciones en el extremo derecho del Athletic. Pero, aún así, no tiene límites. Ante el Levante, recién incorporado en el tramo final del envite por parte de Marcelino García Toral, se sacó de la chistera una galopada espectacular a pase con la mano en largo de Unai Simón desde el área, que recepcionada a la carrera, se marchaba de su par como un cohete y centraba para que le hicieran penalti a Zarraga, que sellaba el segundo gol de los leones en la noche del lunes en San Mamés. El menor de la saga pulverizó su anterior marca en sus arrancadas al espacio (35'1 Km/h.), por los 35'3 Km/h. .

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Iñaki Willimas mostraba este curso una marca de 35'2 km/ h. en arrancada, su récord lo tiene de temporadas anteriores en 35'7 km/h, mientras que Vinicius atesora 35'1 esta campaña con el Real Madrid, como el tercero en discordia entre los bólidos de la Liga. Nico, cosecha del 2002 e internacional Sub-21 en su primera experiencia íntegra en Primera División tras ya debutar el curso pasado desde el filial, dispone de un futuro colosal por delante. En esos escasos minutos ante el Levante corroboró su fútbol vertical y su explosividad en una acción por el carril diestro del césped de la Catedral que levantó al personal de sus asientos. Le gusta además el recorte y desbordar con clase con el balón pegado al pie.

Se abrazaba a su hermano Iñaki, que anotaba además el tercer tanto sacándose la espina de la ocasión marrada en Mestalla y en las acciones ante Cárdenes en la primera parte del Levante. Un tanto, su séptimo de la Liga, también a la carrera con espacio y cruzando ante la salida de Cárdenas, eso sí, con menos arrancada que su hermano pequeño por esta vez.

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