El Oviedo se pierde en los sistemas tácticos

En las últimas semanas, José Ángel Ziganda ha tratado de darle más registros a su equipo. La intención es que el Oviedo no volviera previsible en el tramo final del campeonato, justo cuando los equipos tienen más estudiados a sus rivales. Y en Burgos, con el novedoso sistema de tres centrales, el asunto funcionó. Ganó el Oviedo y cogió aire en su pelea por el play-off. Pero a partir de entonces ha llegado el peor momento azul en el campeonato.

Las derrotas ante Real Sociedad B y Girona deja a los de Ziganda alejados a cinco puntos del sexto puesto, en manos de los catalanes, que además tienen a su favor el gola average particular tras el 2-1 del pasado domingo y el 0-0 de la primera vuelta en el Tartiere. La empresa se complica y el equipo muestra su desconcierto en el campo.

Ante el Sanse, el Oviedo partió de su 4-4-2 habitual en los partidos en casa, pero sin encontrar el resultado esperado. El equipo se mostró plano, sin ideas, y se jugó a lo que quiso la Real Sociedad B de Xabi Alonso. Para Girona tocó cambio de estructura. Durante la semana, Ziganda ensayó con varias alternativas y parecía que los tres centrales podían ser la tabla a la que agarrarse. Pero el equipo se situó finalmente con un 4-1-4-1 sobre el terreno de juego.

Duró menos de media hora el experimento. El Girona fue muy superior en ese tramo inicial, aunque el partido quedó abierto por ser la diferencia solo de 1-0. Al ver el panorama, Ziganda ordenó un cambio de sistema y el equipo mutó en un 5-4-1 que trataba de protegerse de las peligrosas transiciones del equipo de Míchel que a partir de entonces encontró más problemas para visitar el área de Femenías. A pesar del cambio, al Oviedo no le dio para sacar algo productivo de su viaje a Montilivi.

Y viene el Valladolid

Ahora, el equipo queda tocado y preparando la visita de un rival de entidad. El Valladolid, el próximo domingo, es la siguiente parada en la hoja de ruta del conjunto carbayón. Ziganda tienen toda la semana para meditar la mejor forma en la que se puede dañar a los de Pacheta y encontrar el sistema que mejor se adapte a las necesidades de los suyos. De no ganar, el play-off se quedaría una distancia demasiado lejana con once fechas por disputar.

En el recuerdo de los azules, el partido de la primera vuelta, en el que los de Ziganda firmaron una actuación más que convincente y, sin embargo, se quedaron a cero, en un choque marcado por el error de Femenías en el segundo tanto del Valladolid y de Borja Bastón desde el punto de penalti. Ahora, los deseos por ganar otra vez después de dos semanas se suman a esa idea de venganza por un resultado que muchos en la caseta azul consideraron injusto.